El holandés Max Verstappen (Red Bull) ganó este domingo el Gran Premio de Japón, el decimoctavo del Mundial de Fórmula Uno y se proclamó campeón del mundo, revalidando el título logrado el año pasado.
Verstappen, de 25 años, logró su trigésima segunda victoria en la F1 -la duodécima de la temporada- al ganar por delante de su compañero, el mexicano Sergio Pérez y el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que cruzó la meta segundo, pero fue sancionado por ganar un puesto al salirse de pista, en un final alocado y confuso -parecía que no se repartirían todos los puntos-, que en cuestión de segundos alteró la resolución final del campeonato.
La largada, de lo poco emocionante
El arranque se hizo con los neumáticos verdes (neumático intermedio de lluvia), en lo que fue un comienzo emocionante, pero que rápidamente trajo drama con el spray que soltaban los autos y el inevitable aquaplanning que ni con los neumáticos de lluvia se resuelve.
Charles Leclerc mostrando la garra y tratando de sacarle la punta a Max Verstappen, quien recuperó la delantera en la primera curva, al pasar al monegasco por la parte exterior de la pista. Checo también tuvo un buen comienzo por Red Bull y le sacó la tercera posición a Carlos Sainz Jr.
La largada fue accidentada y dos pilotos salieron de circulación: Sainz se vio afectado por la pista mojada y un trompo lo hizo chocar con las protecciones, destrozándose la parte trasera de su auto, mientras que Alexander Albon presentó problemas técnicos y tuvo que mover su auto hacia una zona que permitiera retirar su bólido con rapidez. Asimismo, Sebastian Vettel se tocó con Fernando Alonso y el alemán descendió posiciones en la primera curva.
Los fantasmas de Spa acecharon
En un inicio se marcó bandera amarilla, pero dirección de pista cambió su decisión a bandera roja en la segunda vuelta, con lo que los pilotos tuvieron que regresar a boxes y esperar la reanudación. Minutos después, la FIA confirmó a través de un comunicado que se presentó la bandera roja ante las complicaciones climatológicas y para reparar las barreras que se dañaron con el trompo de Sainz.
Después de varios minutos de espera, FIA informó que la carrera se reanudaba a las 12:50 am (tiempo de la Ciudad de México) con los autos por detrás del Safety Car… pero el reinicio se suspendió ante las complicaciones por lluvia, aún cuando se hacían los cambios para correr con las gomas azules, las de lluvia extrema.
Todos recordaron de forma inevitable lo que sucedió el año pasado en Spa, cuando la carrera se atrasó sin tiempo específico y cuando se corrió se hizo solo con las tres vueltas suficientes para repartir la mitad de los puntos, lo que generó mucha polémica en su momento.
Se evitó la tragedia
El tiempo pasaba y no salían noticias al respecto. No fue sino poco después de las 2:00 de la mañana (hora del centro de México) que la FIA informó que se reanudaría todo a las 2:15 am, es decir, se correría a contrarreloj hasta las 3:00 am, con la posibilidad de solo repartir la mitad de los puntos.
Los autos volvieron a pista y corrieron por detrás del coche de seguridad. La pista lucía mejor que en horas antes, pero aún con el spray de los autos. El safety car entró a los pits y, con poco más de 41 minutos por correr, se reanudó el Gran Premio de Japón.
En la radio le comunicaron a Checo que se correría un estimado de 20 vueltas, es decir, que solo los nueve primeros podrían puntuar, de acuerdo con el reglamento. Con 35 puntos por correr, varios pilotos pasaron a pits para cambiar por las llantas intermedias y Pérez descendió a la séptima posición, con Mad Max en la cuarta plaza y Leclerc en la sexta.
Dos minutos después, Fernando Alonso y Daniel Ricciardo también se detuvieron a boxes, mientras que Verstappen no tardó en recuperar la punta ante Mick Schumacher, que rápidamente fue superado por Leclerc y por Checo en las posiciones de podio.
Debido a su desgaste en los neumáticos, Leclerc se rezagó con respecto a Verstappen, mientras que Checo recortaba distancias con el monegasco. A falta de menos de siete minutos, el tapatío le enseñó el coche al de Ferrari, pero este último resistió los embistes del de Red Bull (aunque en la última vuelta se le fue el auto al monegasco y cortó parte de la pista).
Sí, se evitó un ridículo como el del Gran Premio de Bélgica de 2021. No fue el regreso soñado, pero Japón volvió a vivir la fiesta de la Fórmula 1 después de tres años de ausencia.
MGC