El mexicano Sergio Pérez (Red Bull), tercero en el Mundial de Fórmula 1, que arrancará tercero este domingo en el Gran Premio de Mónaco, el séptimo del campeonato, manifestó en el circuito urbano de Montecarlo que está "bien" después del accidente que sufrió al final de la calificación y que está "listo para la pelea".
"Terminé en el último sector con los neumáticos demasiado fríos y casi pierdo el control del coche en la primera curva", comentó Checo, nacido hace 32 años en Guadalajara (Jalisco), en referencia a su accidente. "Estaba pensando que el neumático ganaría en agarre y se calentaría, pero no fue así y fue una gran pena lo que sucedió", añadió.
"Estaba perdiendo tiempo de vuelta en la curva ocho, así que traté de anticiparme a la curva muy temprano; pero no funcionó y, aunque es frustrante terminar el día así, todavía nos clasificamos entre los tres primeros en Mónaco", explicó el bravo piloto tapatío, tercero en el Mundial, con 85 puntos, 25 menos que el líder, su compañero holandés Max Verstappen, al que superó claramente en lo que va de fin de semana; y que sale cuarto.
"Lo siento mucho por mi equipo, va a ser una noche larga para ellos, pero espero que podamos recuperarnos y estar de vuelta mañana", apuntó el mexicano, que al acabar segundo el pasado domingo en Montmeló firmó su tercer podio del año, el decimoctavo en la categoría reina, en la que cuenta dos victorias.
Checo explicó por qué fue atendido por los médicos en el circuito. "Fue sólo un control de precaución en el centro médico, estoy bien y ahora estoy con ganas de que llegue la carrera de mañana", declaró.
"Salgo desde el lado bueno de la parrilla, así que me gustaría ganar una o dos posiciones", afirmó.
"Será complicado, pero estoy listo para la pelea. Mañana podría llover, por lo que realmente puede pasar cualquier cosa", opinó Checo tras acabar tercero la calificación para el Gran Premio de Mónaco.
FCM