Argentina y Alemania protagonizaron una de las mejores carteleras en la historia de las finales de Copas del Mundo. México fue tan afortunado de ver triunfar en los dos Mundiales en los que fue sede, tanto a Pelé como a Diego Armando Maradona, quien lideró a la Albiceleste con el gol más bello en la historia de las copas, en el partido del siglo y con una mano de dios.
Carlos Bilardo estaba en el banquillo cuando un abarrotado Azteca vibró en una final de infarto la tarde del domingo 29 de junio de 1986. Los once sudamericanos eran Pumpido; Batista, Brown, Burruchaga, Cuciuffo, Maradona, Valdano, Enrique, Giusti, Olarticoechea y Ruggeri y los alemanes alineaban a Schumacher; Briegel, Brehme, Forster, Eder, Matthaus, Magath, Rummenigge, Jakobs, Allofs y Berthold.
Alemania Federal había dejado en el camino a los locales en penales y después a Francia en semifinales. Ya en el máximo escenario Argentina abrió el marcador vía Brown de cabeza al 23’, Valdano quien dio la primera asistencia aumentó la ventaja al 56’ y no sería hasta el 74’ que el capitán Rummenigge puso un tanto que generó la batalla. VÖller al 83’ empata pero Burruchaga hizo el tanto de la victoria a cuatro minutos del final, calificado como el gol más importante en la historia de Argentina.
Maradona no marcó en la final, pero fue el más destacado todo ese mes en México, era sin duda el mejor del mundo. Se marcaron 132 tantos en 52 partidos con Argentina liderando la estadística con 14 goles.
FCM