Barrie Greaves, quien fuera aficionado del Norwich City, demostró que el amor por un club es para toda la vida. Greaves murió a los 83 años y en su testamento les heredó 100 libras a los jugadores de los Canarios para que hagan un brindis en su honor.
"Él siempre me dijo que le dejaría 100 libras a los jugadores en su testamento. Él quiso dárselos como agradecimiento por todo el entretenimiento que le dieron a través de los buenos y también los malos momentos", señaló Sarah Greaves, hija del otrora aficionado del club inglés.
Greaves fue aficionado del Norwich City desde que tenía 10 años, el maestro jubilado siempre mencionaba que su mejor recuerdo fue la actuación de los Canarios en la FA Cup de 1959.
Su hija comentó para el diario Eastern Daily Press que su papá incluyó a los jugadores del Norwich en su testamento para hacer un gesto que fuera divertido.
"Me hace sonreír y reír cuando lo pienso. Quería hacer un gesto que fuera divertido. Le gustaba hablar sobre el fútbol tanto como a mí me gustaba hablar sobre él", finalizó Sarah.
EML