Miles de personas salieron el lunes a las calles para dar un último adiós a la leyenda de Manchester United y de la selección de Inglaterra Bobby Charlton, quien falleció el mes pasado a los 86 años.
El campeón del mundo de 1966, considerado uno de los mejores jugadores ingleses de la historia, falleció tras una caída accidental en su residencia el 21 de octubre.
El coche fúnebre que transportaba el féretro del célebre jugador hasta la catedral de Manchester fue calurosamente aplaudido a su paso ante una gran multitud.
En su itinerario, el cortejo pasó por delante de varios lugares emblemáticos, íntimamente ligados a la carrera del jugador: el mítico estadio Old Trafford, teatro de todos sus logros, y la famosa "United Trinity", una estatua que inmortaliza a Charlton, Denis Law y George Best, otras leyendas del club.
Mil invitados, entre los que destacan el ex entrenador de los Red Devils, Alex Ferguson, el actual seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate, e incluso el Príncipe Guillermo, asistieron después al oficio religioso.
A la misa también asistieron algunos ex jugadores y jugadores actuales, como Ryan Giggs, Roy Keane o el ex capitán Bryan Robson, quien declaró a la BBC que Charlton fue "un jugador fantástico, pero todavía más bella persona, disponible para todos".
"Nunca se le subió la fama a la cabeza, nada contaba más para él que jugar lo mejor posible para Manchester United e Inglaterra. Era un hombre humilde, un padre de familia modelo", insistió Alex Stepney, ex compañero de Charlton.
Superviviente de Munich
Nacido en Ashington, una localidad obrera del noreste de Inglaterra el 11 de octubre de 1937, Bobby Charlton fue fichado por Manchester United a los 15 años, club con el que se proclamó campeón de Inglaterra en 1957. A ese título le siguieron otros trofeos, entre ellos el de campeón de la copa de Europa de clubes en 1968. Tras su carrera como jugador, pasó a la dirección del club.
Con los 'Three Lions', disputó 106 partidos, anotando 49 goles, antes de su retirada internacional después del Mundial-1970.
Pero también formaba parte de la historia de todo un país, más allá de sus éxitos sobre el césped, después de haber sobrevivido al accidente aéreo de Múnich el 6 de febrero de 1958.
Ese día, los Red Devils hicieron escala en Baviera, procedentes de Belgrado, donde acababan de enfrentarse al Estrella Roja y obtener el boleto a las semifinales de la Copa de Europa. Debido a la nieve, el avión no logró despegar bien e impactó contra una casa y un almacén de combustible que se inflamó.
Charlton sobrevivió con heridas leves. "No pasa un día sin que me acuerde de lo que pasó y de la gente que falleció", decía sobre el incidente.