Una jueza argentina autorizó este miércoles a Rafael Di Zeo, líder de la 'barrabrava' de Boca Juniors a viajar a Madrid, donde el equipo auriazul enfrentará el domingo a su archirrival River Plate en la Final de la Copa Libertadores 2018.
Di Zeo y otros 11 barrabravas tienen prohibida la entrada a las canchas en Argentina y tienen obligación de solicitar autorización judicial para salir el país, lo que ya hicieron en diversas ocasiones para seguir a Boca.
En febrero de 2017, los 12 hinchas caracterizados fueron acusados de haber facilitado la fuga de otro miembro de la barra señalado por un secuestro extorsivo ocurrido en 2015 y cuyo autor acaba de ser condenado. El encubrimiento está penado hasta con seis años de cárcel.
La jueza Sabrina Namer fue quien dio el visto bueno para que Di Zeo viajara a Madrid, aunque se desconoce si podrá ingresar al estadio Bernabéu del Real Madrid, donde se desplegará un importante operativo de seguridad.
El jefe de 'La 12', como se llama la barrabrava de Boca, fue filmado el martes caminando al frente del autobús que llevó al plantel al aeropuerto, como abriéndole el paso entre los hinchas que despidieron a los jugadores en la Bombonera, previo al vuelo a Madrid.
Di Zeo está también procesado como supuesto instigador de los homicidios en 2013 de dos miembros de la hinchada de Boca, pero de facciones enfrentadas.
Los barrabravas de muchos clubes no solo protagonizan hechos de violencia dentro de las canchas, sino que tienen en sus manos jugosos negocios como la reventa de entradas, el cobro de estacionamiento en las cercanías de los estadios y otras formas ilegales de recaudación a menudo en connivencia con la dirigencia y la policía, según denuncias periodísticas.
River y Boca jugarán el domingo en Madrid la revancha de la inédita final de la Copa Libertadores, luego de que el partido se suspendiera el pasado 24 de noviembre en el estadio Monumental por hechos de violencia.
Hinchas de River apedrearon el autobus con el plantel de Boca lo que provocó heridas a varios jugadores, en el marco de un deplorable operativo de seguridad.
Uno de los presuntos agresores, que no pertenecería a la barrabrava de River, fue detenido el martes, luego de que se lo identificara por fotos y videos del momento del ataque.
El partido de ida de la final, jugado en la Bombonera el 11 de noviembre, terminó con un empate 2-2 y sin que se produjeran incidentes.
Debido a la violencia, desde 2013 se prohibió la presencia de público visitante en los partidos, aunque eso no ha podido detener las muertes: cuatro en 2018 y 137 en los últimos 20 años, según Salvemos al Fútbol.