El mundo del futbol quedó conmocionado en el arranque de la Eurocopa cuando, en el duelo entre Dinamarca y Finlandia, el futbolista del Inter de Milán Christian Eriksen sufriera un paro cardiaco que dejó en shock a propios y extraños.
Para la mayoría, hasta para los médicos, el problema cardiaco del futbolista danés fue sorpresivo e inesperado ya que nunca había presentado complicaciones en las pruebas médicas realizadas en sus clubes.
Ahora, el jugador de 29 años se enfrentará a uno de los momentos más difíciles de su carrera (si no es que el más difícil) en el que deberá tomar la decisión sobre si vuelve a las canchas o cuelga los botines de forma definitiva.
De acuerdo con la Gazzetta dello Sport, Eriksen viajará a Milán el próximo lunes 19 de julio para nuevos estudios médicos que revelen el estado de su corazón y, tras ello, definir si continuará jugando sin poner en riesgo su vida.
Al futbolista le fue implantado un desfibrilador que evitaría algún posible percance, tal como el que usa el holandés Daley Blind, aunque, si opta por volver, será bajo su propio riesgo y será una decisión que tome junto a su familia.
En la Serie A está prohibido utilizar ese aparato en el corazón y este podría ser retirado dependiendo de su evolución; Christian Eriksen fue un elemento importante en la conquista de la Liga de Italia la temporada anterior.
SFRM