La Copa del Mundo de Brasil 2014 fue una justa histórica y muy bien recordada por los aficionados, pues, además de que la selección local se llevó una goleada histórica en semifinales, Alemania se convirtió en la primera escuadra europea que se coronó en el continente americano, pero uno de sus jugadores jamás tendrá en la memoria ese recuerdo.
Con solo tres partidos en la Copa del Mundo en tierras cariocas, Christoph Kramer no fue una pieza fundamental del equipo que en ese entonces era dirigido por Joachim Low, pero saltó como titular para disputar la gran final ante Argentina, el 13 de junio de 2014.
Antes del partido ante los pamperos, el mediocampista tuvo acción en los duelos contra Argelia y Francia, de los octavos y cuartos de final, respectivamente, por lo que se perfilaba a tener minutos en semifinales, pero, aunque no fue así, si estuvo en el equipo estelar para la disputa por el título.
Con 23 años en ese entonces, Kramer era un joven jugador que comenzó a descarta en el Borussia Mönchengladbach, de la Bundesliga, razón por la que el estratega del combinado nacional teutón le dio la oportunidad de vestir la casaca de su país por primera vez el 13 de mayo del año mundialista en un amistoso contra Polonia.
Es decir que el oriundo de Solingen comenzó su carrera en la selección alemana durante el proceso de preparación para Brasil 2014. En dicha justa, tenía una dura competencia en el medio campo, pues disputaba su lugar en el cuadro titular ante figuras como Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger, Julian Draxler, Toni Kroos y Thomas Müller.
LA FINAL Y EL GOLPE QUE LE “QUITÓ EL MUNDIAL”
Tras varios partidos en banquillo y pocos minutos en la cancha, Christoph Kramer sorprendió en el cuadro titular de Joachim Low para jugar la gran final de Brasil 2014 ante Argentina. El joven futbolista sería el encargado de acompañar a Schweinsteiger y Kroos en el medio campo.
Corría el minuto 16 del primer tiempo, cuando Kramer recibió un saque de banda por parte de Miroslav Klose en el sector izquierdo de los linderos del área de la albiceleste, pero antes de tener control del balón, el defensa Ezequiel Garay lo impacto con el hombro en la cabeza y quedó tenido en el césped.
El número 23 de la Mannschaft fue atenido por los médicos del equipo y tras ser evaluado se determinó que podía seguir en el partido, sin embargo, mostró señales que preocuparon a sus compañeros y al mismo árbitro Nicola Rizzoli.
KRAMER VIVIÓ UN MOMENTO DE LOCURA EN LA FINAL
Después de ser revisado por el impacto, Christoph volvió a la cancha, pues parecía que no tenía algo de gravedad, sin embargo, vivió un momento de “locura” por más de 10 minutos y fue sustituido pasada la media hora de cotejo.
Nicola Rizzoli, el silbante del cotejo, relató que, tras el golpe, el teutón le pregunto que si estaba en la final del Mundial, comentario que tomó como broma, pero tras reiterar el cuestionamiento, se dio cuenta que algo estaba mal.
“Pensé que me estaba haciendo una broma y le pedí que me repitiera la pregunta”, dijo el italiano. “’Tengo que saber si es verdaderamente la final’, insistió Kramer. Cuando dije ‘sí’, él contestó ‘gracias', es importante saberlo’”, explicó el nazareno tras la Copa del Mundo.
Lo mismo paso con sus compañeros, pues a Manuel Neuer le pidió los guantes para jugar como portero, pero lo más chusco fue lo que hizo con Thomas Müller, a quien confundió con el histórico Gerd Müller.
“Me preguntó si ésta era la final del Mundial, me llamó Gerd Müller y me felicitó por la final de 1974, donde Alemania levantó el título. Luego, alzó la mirada para ver el Maracaná y me dijo que el ambiente del Ruhrstadion era impresionante”, explicó el delantero del Bayern Múnich.
Por su parte, el entonces capitán del combinado alemán, Philipp Lahm, explicó que decidió solicitar el cambio del mediocampista cuando intentó quitarle el brazalete y cambiar la camiseta con el árbitro.
“Tras el golpe, todo transcurría normal, estaba jugando perfecto, hasta que se me acercó y me dijo que quería quitarme el brazalete de capitán y liderar al equipo”, confesó Lahm. “Cuando quiso cambiarse la camiseta con el árbitro, pensé que ya era suficiente”, concluyó el lateral.
“Fue importante que lo cambiaran, si no, probablemente iba a terminar quitándole los pantalones al árbitro”, bromeó Thomas Müller
Aquel golpe que sufrió ante Garay le causó una conmoción cerebral que a su vez le generó un episodio de locura transitoria. Las consecuencias fueron más allá, pues, aunque vivió, levantó la Copa del Mundo tras la victoria de 1-0 sobre la Argentina de Lionel Messi, Kramer lo olvidó todo.
“Los médicos están seguros de que los recuerdos de la final del Mundial no regresarán”, confesó el actual jugador del Borussia Mönchengladbach. Christoph Kramer ha seguido con su trayectoria sin ningún inconveniente, y fue internacional alemán por dos partidos amistosos más, no obstante, su único titulo nunca será recordado por su mente.
MGC