Los Mundiales de futbol siempre se disfrutan llenos de emotividad; entre triunfos históricos, hasta derrotas dolorosas... siempre hay una razón para celebrar la competencia; la Copa del Mundo de España 1982 no fue la excepción.
Dicho certamen -que terminó decretando campeón a Italia- protagonizó una de las peores derrotas del futbol a nivel internacional, pues Hungría se impuso por marcador de 10-1 ante una debutante selección de El Salvador. Sin embargo, más allá de la derrota, este partido sacó a la luz un emotivo y particular momento.
LA BÚSQUEDA DEL MUNDIAL EN MEDIO DE LA GUERRA
En los días previos a la Copa del Mundo, la selección de El Salvador sufrió varias complicaciones para su preparación debido a la Guerra Civil que se disputaba en el país desde 1979.
Por esa misma razón, algunos de los duelos de preparación del conjunto salvadoreño no se pudieron disputar e incluso, solo se mandaron a 20 jugadores para representar a El Salvador en la justa mundialista que tuvo lugar en España.
"Cuando jugamos las eliminatorias, hicimos que las matanzas de ambas facciones cesaran", declaró Mauricio Alfaro, mediocampista salvadoreño.
El jugador salvadoreño, Francisco Jovel -por su parte- apuntó que "si algunos de nosotros llegábamos tarde, era porque teníamos que ayudar a gente herida abandonada al lado de la carretera".
LA GOLEADA DEL SIGLO Y LA UNIÓN SALVADOREÑA
En el segundo partido disputado en el Grupo 3 en la fase de grupos del Mundial, Hungría goleó 10-1 a El Salvador en el Estadio Manuel Martínez Valero, registrando el marcador con mayor desigualdad en la historia de la Copa del Mundo.
Sin embargo, en este encuentro, un jugador -pese a la derrota- se convirtió en el héroe de un país. Luis El Pelé Ramírez descontó para El Salvador al 64' ocasionando la euforia de los fanáticos. No obstante, Hungría siguió su marcha y la goleada no cesó.
La participación de El Salvador en aquella Copa del Mundo era la única vía de escape que tenían ante su cruel realidad, un momento que -pese a la falta de preparación y los resultados- fue muy significativo para todos los salvadoreños, permitiéndoles unirse aún cuando las balas de la guerra seguían latentes a pocos metros de distancia.
FCM