La historia de Daniel Cain, una de las grandes promesas del futbol de Inglaterra, terminó de forma injusta una noche del 2020, justo el año en que la pandemia del covid-19 cambió la forma de ver el mundo, acabó también con la prometedora carrera de un joven de entonces 20 años que se perfilaba para ser una estrella del Arsenal.
¿Quién es Daniel Cain?
Daniel nació en la localidad británica de Hemel Hempstead, en Reino Unido, y a su corta edad mostró grandes cualidades como futbolista, mismas que le permitieron militan en clubes como el Comets, Hemel Aces y Hemel Town; sin embargo, el gran salto llegó cuando lo fichó la cantera del Arsenal, donde rápidamente comenzó a ganar adeptos y se perfilaba para ser una ficha sólida del primer equipo en la mítica Premier League.
Tras recibirse profesionalmente como ingeniero electrónico, la vida de Daniel Cain pintaba para un futuro prometedor, incluso como representante de la selección de Inglaterra.
¿Qué le pasó al futbolista?
En el 2020, Daniel decidió acudir a un centro nocturno a pasar un rato de esparcimiento, una decisión inocente que terminó con su carrera de forma prematura y que por poco le cuesta la vida.
En entrevista con The Independent, la madre del ex jugador reveló detalles de lo ocurrido esa noche, donde Cain ingirió una bebida adulterada con químicos, los cuales rápidamente surtieron efecto, causándole un paro cardiaco en el lugar.
El pronto actuar de los servicios de emergencia evitaron que la situación tuviera un fatal desenlace; sin embargo Daniel permaneció en coma durante 25 días en la Unidad de Cuidados Intensivos, tiempo en el cual su cerebro no recibió la suficiente cantidad de oxígeno.
Al despertar, la madre de Cain asegura haber recibido a su hijo prácticamente en “estado vegetativo. Cuando se despertó, no podía hacer nada, no podía moverse, era como un recién nacido”.
Tres años después de dicho episodio, Daniel Cain, alejado por completo de su sueño en las canchas, ha logrado mover piernas y brazos de manera independiente, aunque sigue necesitando ayuda para realizar la mayoría de las labores, como son comer e ingerir agua.
Su familia ha acudido a diferentes organizaciones para lograr recaudar fondos para su tratamiento, el cual asciende a unos 27 mil euros al año.