El Cádiz-Barcelona que se disputa en el estadio Mirandilla, de la quinta jornada de LaLiga Santander, ha tenido que detenerse cuando se disputaba el minuto 38 de la segunda parte con un marcador de 0-2 para el equipo visitante, al tener que asistir los servicios médicos a un espectador en una de las gradas del estadio Nuevo Mirandilla.
El árbitro del encuentro, Carlos del Cerro Grande, del Comité Madrileño, fue alertado de ese incidente que sucedía en la grada de Fondo Sur del estadio y detuvo el partido mientras las asistencias médicas intentan reanimar al espectador.
Se vio incluso que el portero del Cádiz, el argentino Jeremías Ledesma, fue a por un desfibrilador a la banda de preferencia para trasladarlo rápidamente a la zona donde estaba el afectado para ayudar a la recuperación del espectador.
Después del preocupante momento, los jugadores se retiraron del terreno de juego para que los médicos atendieran al asistente al inmueble que tuvo los problemas cardíacos, motivo que dejó un silencio dramático.
En medio de la situación, el cuadro del Cádiz aclaró que el compromiso no había sido suspendido ni cancelado, pues en medio de las imágenes de los futbolistas rezando en el campo con rostros desencajados por la preocupación por el hincha.
"Los jugadores se retiran a vestuarios hasta que se resuelva la situación, pero el partido no está suspendido aún", informó el Cádiz.
Tras varios minutos, en los que se reportó que otro aficionado sufrió un momento de tensión y un ataque de ansiedad, el cual quedó en un susto, el afectado fue trasladado al hospital y el partido se reanudó.
MGC