Durante la final de vuelta del campeonato brasileño de futbol Sub 17 entre el Atlético Paranaense y Fluminense se vivió una lamentable pelea, que dejó a nueve futbolistas expulsados, cinco para el también llamado Huracán y cuatro para los rojinegros.
A falta de escasos minutos por conocer al nuevo campeón del balompié, los jugadores João Neto y Ataíde iniciaron una discusión que para mala fortuna acabó en una batalla campal, la cual ni los árbitros pudieron parar.
Tras ver el pleito entre ambos futbolistas, en lugar de calmar los ánimos, rápidamente, los miembros de cada plantilla comenzaron a golpearse sin pensarlo; incluso, João Gabriel, suplente del Paranaense, propinó una brutal patada voladora en la cara de Neto, quien fue agredido en el césped por los demás futbolistas.
Fluminense se llevó el trofeo del campeonato brasileño de balompié tras vencer por un marcador global de 4 goles a 2 al Atlético Paranaense.
JMRS