El Inter no pudo derribar este viernes el muro que levantó el mexicano Guillermo Memo Ochoa para su Salernitana(1-1), en un partido que abrió el alemán Robin Gosens para los nerazzurri y que acabó con un golazo sobre la bocina del italiano Andrea Candreva, ex interista, que siembra las dudas para el choque de Liga de Campeones.
El Inter ya piensa en el Benfica, en lo que será el partido más importante del año hasta ahora, con un hueco en las semifinales en juego. Pero la situación en Serie A se ha complicado. Ha pasado de estar sentado en el segundo puesto a que el empate les deje cuartos, pudiendo incluso quedarse fuera de los puestos Champions en función de los resultados de la jornada.
Probablemente ya estuviera en la mente de todos los jugadores el choque ante el Benfica durante el partido ante el Salernitana y, conscientes de la altura del desafío del martes, saltaron al campo con un extra de concentración para llegar con buenas sensaciones a Liga de Campeones.
De hecho, el primer tiempo del Inter fue para dejar el partido sentenciado, pero Memo Ochoa no estuvo por la labor de poner las cosas fáciles y, con una nueva actuación para enmarcar, la enésima desde su llegada a Italia, frustró a la ofensiva visitante, a Lukaku en varias ocasiones, y mantuvo al Salernitana con posibilidades para la segunda mitad.
El único balón al que no pudo llegar fue el gol interista. Una peinada de Lukaku se convirtió en una asistencia para Gosens, que atacó el espacio con una diagonal desde el carril zurdo aprovechando la pasividad defensiva de un Salernitana al que le costó entrar en el partido y, con su zurda, colocó el balón en la escuadra de primeras.
Nada pudo hacer el Memo con este disparo. Pero se recompuso y sacó bajo palos un remate picado de un Lukaku que, pese al gol ante el Juventus en Copa Italia sigue sin dar su mejor versión. Mantuvo Memo la reducida ventaja en el marcador y dio el pistoletazo de salida a su exhibición.
Y si el primer tiempo fue dominado por el Inter, el segundo cambió radicalmente. El partido se abrió y no fue el Inter el que controló como en el primer acto. El dominio del centro del campo formado en esta ocasión por Asllani, Barella y Mkhitaryan -que siguen echando en falta a un Calhanoglu lesionado que se erigió líder de la medular- despareció en favor de un ida y vuelta en el que bien pudieron llegar varios goles del Inter, pero también los del Salernitana.
Los de Simone Inzaghi rozaron el segundo con una doble ocasión que fue la más clara del encuentro, un remate de Lukaku en el área pequeña que, incomprensiblemente, estrelló contra el larguero y que dejó un rechace para De Vrij que paró Ochoa sobre la línea.
Lejos de venirse abajo, el Salernitana empezó a gozar de más ocasiones. Onana empezó a tener trabajo y el Inter a arrepentirse de haber perdonado tanto.
Y al final, todas las paradas de Memo tuvieron recompensa para los locales. Candreva, un clásico del 'calcio' que a sus 36 años sigue siendo fundamental, buscó un centro lateral en el minuto 90 que se fue envenando y que acabó entrando por la escuadra, amargando a un Inter que afrontará la 'Champions' con dudas, pero con la ilusión que suponen unos cuartos de final.
FCM