Hans-Dieter Flick, el interino que conquistó Europa con el Bayern Múnich

El estratega, quien entró como interino en niviembre del 2013, está a sólo 90 minutos de darle el segundo triplete de historia al Gigante Bávaro

Hans-Dieter Flick (AFP)
Ciudad de México /

Racional, calmado, lúcido, nunca una palabra más alta que otra. Hans-Dieter Flick, técnico de un Bayern de Múnich en camino de un triplete histórico Liga, Copa y Champions, genera un consenso sobre su personalidad como rara vez un entrenador antes que él.

Desde que asumió el cargo en noviembre, sus jugadores no escatiman en palabras de elogio. "Ha cambiado muchas cosas", confía el francés Corentin Tolisso.

A LA SOMBRA DE LÖW

Efectivamente, era una historia improbable. Cuando Niko Kovac fue despedido en noviembre, Flick era su asistente luego de solo tres meses y, a sus 54 años, nunca había sido primer entrenador de un equipo profesional.

Su experiencia al más alto nivel se limitaba a sus ocho años como asistente de Joachim Löw en la selección alemana, conquistando el Mundial-2014 de Brasil a la sombra del carismático Löw.

Técnico en funciones, Flick no debía quedarse más que unos días, el tiempo necesario para que el Bayern encontrara un entrenador estrella para reemplazar a Kovac. El croata había perdido el hilo con el vestuario, el juego del equipo era previsible, sin alma ni ímpetu.

Pero tres victorias más tarde, el interino fue renovado por un mes. Y pronto para toda la temporada, y luego hasta 2023.

Valores de trabajo, rigor y libertad en el juego, pero también y sobre todo, fuera del terreno de juego, tranquilidad y confianza mutuas. Flick no tardó en abandonar las queridas rotaciones de su antecesor para apoyarse en un equipo tipo, articulado alrededor de los jugadores importantes, a los que Kovac había desestabilizando con tantos cambios en las alineaciones.

A los futbolistas les gusta esta visión de la jerarquía, que da a cada uno una sensación de seguridad. Incluidos los suplentes, con los que Hansi habla mucho y con sinceridad.

A LA CIMA

Unas semanas después de su coronación, la revista Kicker, la Biblia alemana del futbol, resumía la opinión general: "En poco tiempo, el entrenador interino dio al Bayern lo que le hizo ser lo que es. Los bávaros vuelven a ser dominantes: el balón circula, han recuperado el control, los pases están dirigidos. El juego está más estructurado".

Con estas cualidades Flick ha ido pulverizando hasta el día de hoy a los rivales que se han interpuesto en su camino. A destacar el 7-1 infligido en dos partidos al Chelsea, el humillante8-2 contra el Barcelona en cuartos de final, y luego el 3-0 al Lyon.

Una victoria en la Final daría al Bayern el segundo triplete de su historia, tras el de 2013. El entrenador de aquella proeza se llamaba Jupp Heynckes. Hoy es una leyenda en Baviera.




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