Hablar de Daniel Alberto Passarella es -probablemente- referirse al mejor defensa central argentino de la historia. Es cierto, dicha etiqueta puede ser debatible, pues se puede comparar con figuras como Javier Zanetti, Óscar Ruggeri o Silvio Marzolini, aunque la figura de El Capitán tal parece que sigue estando por encima.
Su palmarés, tanto con el River Plate como con la selección de Argentina, respaldan su gran legado como jugador, pues con los Millonarios logró hacerse de siete campeonatos nacionales y dos títulos de Copa del Mundo con la Albiceleste, siendo el único futbolista argentino que puede decirse el bicampeonato, cuestión que ni Kempes ni Maradona -entre otros más- poseen.
PASSARELLA EN MÉXICO 86'
Entre los 23 elegidos por Carlos Salvador Bilardo, Daniel Alberto Passarella representaba único vinculo con el equipo campeón del Mundo en 1978, dirigido por César Luis Menotti, pues elementos como Osvaldo Ardiles, Daniel Bertoni, Mario Alberto Kempes, Ubaldo Matildo Fillol, Américo Gallego, Alberto César Tarantini, entre otros, se retiraron de la escuadra albiceleste tras el fracaso en el Mundial de 1982 o en los años contiguos.
No obstante, a unas horas del debut argentino en el Mundial de México 86', ante Corea, Passarella sufrió de una fuerte cuadro de enterocolitis la cual lo marginó de iniciar el torneo, aunque Bilardo lo tenía contemplado para los siguientes partidos, esperando -por supuesto- su eventual mejoría.
Desafortunadamente, los días pasaron y el defensor continuaba enfermo, limitado sólo a estar en el banquillo, como una especie de asistente de Bilardo.
Pasarella, recuerda el calvario que vivió durante todo el torneo, de hecho el jugador consultó al médico de la época de Menotti con Argentina, relatando: "Llamé al Doctor Oliva, el medico en la época de Menotti -dice Passarella-, y le cuento que tuve una giardia, me medicaron, se me fue y ahora me volvió otra vez. Me pregunta ‘¿te dejaron de medicar?’. Sí porque tenían miedo que me debilitaran los fármacos, le digo”. Y Oliva lo paró en seco: “¿Te volvió? Hacé el bolso y volvete, no jugás más el Mundial. Porque ahora cuando te vuelve no es una giardia, es una ameba o una salmonella y no la parás más por un mes". De esta forma, el jugador quedó marginado de jugar la Copa del Mundo.
"Me internaron después del partido con Uruguay por una infección. No recuerdo cuántos días estuve internado. Con suero, canalizado y con antibióticos. Tenía todas las venas rotas, ya me ponían las agujas por cualquier parte en los brazos, no me entraban más. Perdí siete, ocho kilos. En el partido Final, en el Azteca, fui al banco vestido de civil. Cuando terminó el partido me levanté para festejar y me agarró un mareo tal que me caí", agrega Passarella, quien -incluso- semana y media después de finalizada la Copa del Mundo y de su segundo título con Argentina, afirma, continúo internado en México: "El plantel volvió a la Argentina y yo no pude. Tuve que quedarme allá como diez días más para que me tratara el médico, porque tenía una medicación pendiente"
¿CÓMO ENFRERMÓ PASARELLA?
Días antes del comienzo del Mundial, la selección argentina asistió a una comida, en la cual fue donde Passarella enfermó. Sin embargo, el médico del equipo, afirmó el el Káiser había pasado por alto algunas indicaciones que se le había dado al equipo, pues se les prohibía consumir agua de México, pues el país -meses antes- sufrió un terremoto, lo que sugería que las tuberías y el sistema de suministro del liquido, seguía contaminado.
Ante ello, se dio la indicación que los jugadores y el cuerpo técnico, sólo podían beber agua minera embotellada. En este sentido, Raúl Madero, dijo: "Passarella fumaba y tomaba whisky por las noches y pensó que los cubitos de hielo no le iban a hacer nada. Su problema en el 86 comenzó por el hielito del whisky. Cuando agarró el virus lo llevé al hospital, con los mejores especialistas en gastroenterología. Bilardo le dijo que la camiseta titular era de él".