Jude Bellingham, con un gol a última hora, rescató un empate para Inglaterra y evitó el pleno de derrotas de los de Gareth Southgate, que mucho tendrán que mejorar para ser de verdad favoritos en la próxima Eurocopa de Alemania.
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Bellingham, que volvió a ser titular como ante Brasil, apareció más que ante los brasileños y culminó con un gol un partido en el que hizo de todo para marcar, pero en el que la falta de puntería evitó su gol hasta el minuto 95.
El del Real Madrid jugó el partido completo y, tras errar hasta tres ocasiones claras, encontró el premio en el 95 para rescatar un empate a dos. La mejor noticia para él, aparte del gol, es que los calambres que sufrió ante Brasil no aparecieron.
Quien sí tiene más problemas es Gareth Southgate a tres meses del comienzo de una Eurocopa en la que debería ser la gran candidata junto a Francia. Si la imagen ante la Brasil B fue pírrica, esta no mejoró demasiado contra una Bélgica sin Kevin de Bruyne ni Thibaut Courtois.
Los ingleses volvieron a empezar por debajo en el marcador, esta vez tras un error de Jordan Pickford, que le regaló la pelota a Amadou Onana para que este se la dejara a Tielemans y el del Aston Villa, desde fuera del área y con defensas y portero descolocado, la colocara junto al palo.
Un contratiempo al que Inglaterra reaccionó bien. El joven Kobbie Mainoo, el canterano del United que debutó este martes, generó la jugada en tres cuartos, se la cedió a Bellingham y el del Madrid filtró un pase para que el veteranísimo Jan Vertonghen derribara a otro debutante, Ivan Toney.
El delantero, sancionado ocho meses por apuestas, no falló desde el punto de penalti y marcó su primer gol con la casa de Inglaterra.
Apenas diez minutos después, parecieron volver las aguas a su cauce cuando Lewis Dunk prolongó un córner y Jarrod Bowen empujó la pelota a la red. Sin embargo, el VAR revisó la jugada y encontró el fuera de juego del delantero del West Ham United.
Frenada al remontada, Inglaterra se llevó la segunda sorpresa de Bélgica antes del descanso. De un córner a favor de Inglaterra surgió el 1-2. Desde su área, Leandro Trossard mandó a correr a los suyos, enfundados en la equipación en homenaje el detective Tintín.
Tielemans, en línea divisoria y ante el imposible esfuerzo de aventurarse él solo a la carrera, cambió el juego para que Romelu Lukaku corriera entre dos defensas. Tarea complicada para el delateron, al que le ganó la carrera Lewis Dunk, pero el central se resbaló y permitió que Lukaku llegara hasta el área. Ahí, como si se tratara de un extremo más, sorprendió a los 83.000 espectadores de Wembley con un pase de exterior para que Tielemans se lanzara en plancha en el segundo palo. Golazo.
Inglaterra tuvo sesenta minutos para lograr al menos el empate y dispuso de suficientes ocasiones para ello.
La mejor, en las botas de Bellingham, tras un robo de Mainoo en la frontal del área y remate delante de Sels del '10'. Un exceso de potencia acabó con el remate muy por encima del larguero.
Ya en la segunda mitad, Bellingham dispondría de dos más, un cabezazo franco que no conectó bien y un remate en el tiempo de descuento que desvió un defensa a córner. Estaba desfondado y con la sensación de haberlo intentado todo, pero sin premio, pero le quedó una más.
Con el tiempo prácticamente cumplido, Bellingham recibió en la frontal del área pequeña una pelota de James Maddison y esta vez sí batió a Sels. Un gol que celebró con una rabia infinita y con el que se quitó la espina de la falta de puntería de los 94 minutos anteriores.
Con ese gol, Inglaterra maquilla un poco el parón. Derrota ante Brasil y empate contra Bélgica, pobre balance para la que debe ser favorita en Alemania.
AVV