El ganar un trofeo es algo que siempre alegra a cualquier futbolista; el Zenit de San Petersburgo recientemente logró conseguir la Copa de Rusia y la euforia de los jugadores fue evidente y tanta a la hora de la celebración que ocurrió algo impensable: rompieron el trofeo.
Durante la ceremonia de premiación el capitán del Zenit, el experimentado Branidsav Ivanovic, alzó el trofeo sobre su cabeza; sin embargo por tanta euforia la copa -la cual está hecha de vidrio- se le resbaló y se rompió.
Tanto Ivanovic como el resto de la plantilla quedaron impactados, unos incluso se llevaron las manos a la cabeza en señal de incredulidad.
Posteriormente, los jugadores lo tomaron a broma e incluso alcanzaron a enfocar a un futbolista jugando con un pedazo roto.
El Zenit consiguió la Copa de Rusia tras vencer 1-0 al Khimki para así lograr su segundo doblete en los 95 años de historia de la institución.
El accidente de Ivanović hizo recordar a varios un incidente similar sucedido con Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, con una Copa del Rey.
En aquella ocasión al oriundo de Camas, Sevilla, se le resbaló el trofeo que terminó por ser aplastado por el autobús que transportaba al Madrid.
Como muchos trofeos, el premio no le correspondía a la institución -en caso de la Copa de Rusia se deben de ganar cinco finales-, por lo que seguramente tendrán que reponer la pieza rota.
ZZM