El ex futbolista de Colo Colo Jorge Valdivia, uno de los estandartes de la llamada "generación dorada" del mejor Chile de la historia, fue detenido este martes por una denuncia presentada en su contra por presunta abuso o agresión sexual, en un suceso similar al que la semana pasada obligó a la renuncia de subsecretario de Interior, Manuel Monsalve.
Según fuentes judiciales, el centrocampista, campeón de la Copa América en 2015, está ahora en un calabozo y será formalizado esta tarde en la Fiscalía de Oriente, momento en el que se conocerá el delito exacto que se le imputa.
La denuncia fue presentada por una mujer, tatuadora de profesión, con la que al parecer se reunió la noche del pasado domingo en una restaurante peruano del centro para discutir el nuevo diseño que se iba a realizar el mago, que ahora ejerce como reconocido comentarista deportivo en radio y televisión y que jugó, entre otros clubes, en el Rayo Vallecano en España, así como Morelia y Mazatlán en la Liga MX.
De acuerdo con medios locales, la mujer relató que bebieron "dos pisco sour" (bebida alcohólica a base de pisco y limón) y que no recuerda nada más, excepto que se despertó con dolor vaginal.
Asimismo afirma que revisó las cámaras del edificio en el que vive y que en las mismas se ve que llegó a casa con el jugador, en un caso muy similar al que la semana pasada supuso la renuncia del subsecretario chileno de Interior, Manuel Monsalve, denunciado por violación igualmente por una mujer tras tomar la misma bebida en otro restaurante peruano y perder la memoria.
Sin embargo, en un comunicado, Valdivia aseguró desconocer “las motivaciones" de esa denuncia y negó "tajantemente haber agredido sexualmente a ninguna persona”.
“Yo mantuve una relación consensuada con una mujer adulta y por esa razón voy a ponerme a disposición del Ministerio Público mañana a primera hora”, agregó.
“Colaboraré en todo para que esto se pueda esclarecer lo antes posible” agregó antes de pedir a los medios y a los ciudadanos “resguardar" su "derecho a la presunción de inocencia”.
FCM