Una de las protestas más originales y arriesgadas en el futbol se dio dentro de la Liga de Bélgica, cuando un jugador que pretende salir de una vez por todas de su equipo, decidió cruzar la línea y llegar a los entrenamientos con el jersey del rival más odiado.
Se trata del camerunés Didier Lamkel Zé, quien milita en el Antwerp de la Jupiler Pro League, pero que durante el mercado de fichajes de invierno ha tratado de negociar su salida para fichar con el Panathinaikos de la liga de Grecia.
Como no ha podido lograr su salida por la vía ‘pacífica’, decidió llegar al entrenamiento con el jersey del Anderlecht, acérrimo rival del Antwerp. Dicha acción fue reprimida por su equipo, quienes dieron la instrucción al personal de seguridad para que no le permitieran entrar.
A pesar de que el jugador ya ofreció un disculpa por su protesta, ha recibido amenazas por parte de algunos aficionados, lo que ha obligado a la policía local a darle protección especial para evitar un incidente.