Un golazo del argentino Paulo Dybala encarriló este viernes el contundente 4-0 del Juventus contra el modesto Lecce, en un partido de la vigésima octava jornada de la Serie A en el que también vieron puerta el portugués Cristiano Ronaldo, de penalti, y el argentino Gonzalo Higuaín.
El conjunto turinés jugó una hora en superioridad numérica ante el Lecce y, tras el 0-0 de la primera mitad, arrolló a su rival en la reanudación al ritmo de Dybala, lo que le permitió confirmar su liderato, momentáneamente con siete puntos de ventaja sobre el Lazio, segundo.
El Juventus terminó imponiendo su superioridad técnica, pero tardó en tomar el mando del encuentro ante un Lecce valiente, que llegó a crear peligros en la zona de la portería del meta polaco Wojciech Szczesny antes de que Fabio Lucioni cometiera un grave fallo defensivo y fuera expulsado con roja directa por derribar al uruguayo Rodrigo Bentancur, que se preparaba para un mano a mano con el portero.
Como era previsible, el Juventus, que jugó con el francés Blaise Matuidi adaptado en el lateral izquierdo al no poder contar con los brasileños Álex Sandro y Danilo Luiz Da Silva ni con Mattia De Sciglio, dominó en superioridad numérica, aunque le costó romper la igualdad.
Cristiano, tras fallar un intento de chilena, falló un gol de cabeza más que cantado a centro del argentino Paulo Dybala y, poco después, también Federico Bernardeschi perdonó bajo palos al rematar fuera una asistencia del propio CR7.
Fue necesaria una maravilla de Dybala para dar ventaja al Juventus. Llegó en el 52, cuando la Joya fulminó al portero con un perfecto zurdazo a la escuadra desde la frontal del área y puso cuesta abajo el duelo del Allianz Stadium.
Diez minutos después de que Dybala sellara su noveno gol liguero del año, Cristiano consiguió y transformó, con potente disparo central, el penalti del 2-0. Tras la pena máxima fallada en la semifinal de vuelta de la Copa Italia contra el Milan, CR7 marcó las siguientes dos y metió 16 de 18 desde que juega en el Juventus.
Ya no tenía fuerzas el Lecce y sucumbió definitivamente ante un gol de Higuaín, que saltó al campo en el último cuarto de hora por Dybala, y por un cabezazo del holandés Matthis De Ligt.
La presión está ahora en el Lazio, que jugará este sábado en el Olímpico romano contra el Fiorentina obligado a ganar para volver a colocarse a cuatro puntos del líder Juventus.
SFRM