El defensa senegalés del Napoli y compañero del Chucky Lozano, Kalidou Koulibaly fue de nuevo objeto de injurias racistas, al final del partido del domingo en Bérgamo contra Atalanta, lo que hizo que el club local prometiera este lunes reaccionar.
"Todo comportamiento no conforme a los principies cívicos y de educación, defendidos desde siempre por este club, será combatido con fuerza", prometió el Atalanta en un comunicado publicado en su sitio.
"No queremos dar visibilidad a individuos que no tienen nada que hacer en nuestro entorno y, en consecuencia, sin clamores ni generalizaciones, actuaremos ante las instancias competentes para proteger la imagen del club y de la ciudad de Bérgamo", añadió.
Un video circuló el domingo en las redes sociales, donde eran audibles injurias racistas dirigidas a Kalidou Koulibaly en el estadio de Bérgamo, en el momento en que dejaba el césped tras el encuentro.
El defensa senegalés ya ha sido varias veces objeto de tales comportamientos esta temporada, sobre todo en Florencia y recientemente en Verona.
El jugador recibió el apoyo de la Federación Senegalesa: "Como sus tristes costumbres, algunos aficionados bergamaschi, del Atalanta de Bérgamo, han reeditado sus bufonadas humanas, con injurias innobles y racistas contra nuestro capitán y líder Kalidou Koulibaly", escribió en su cuenta Twitter, estimando que "estos idiotas descerebrados no tienen lugar en un estadio".
El regreso de los espectadores a las tribunas esta temporada, tras un año de partidos a puerta cerrada casi completo debido a la pandemia, estuvo acompañado del regreso de incidentes racistas en Italia. Además de Koulibaly, su compañero nigeriano Victor Osimhen y el guardameta francés del AC Milan Mike Maignan fueron objeto de gritos racistas.
Las sanciones son raras frente a este fenómeno endémico en Italia.
En octubre, el capitán de la selección italiana, el toscano Giorgio Chiellini, había confiado su "vergüenza" tras los insultos contra Koulibaly en Florencia.
RGS