El pasado 25 de agosto, en Argentina se dio una noticia que tuvo eco en todo el mundo y conmocionó Barcelona. Lionel Messi tenía la intención de marcharse del cuadro culé después de 16 temporadas en el primer equipo y de estar 20 años en la Ciudad Condal. Al final, la presión del argentino no dobló la resistencia del entonces presidente Josep Maria Bortomeu. Al final, Leo se quedó y Bartomeu se fue.
Pero la película no ha terminado. En una entrevista emitida el domingo en La Sexta, Messi admitió que al inicio de la temporada arrastró todo ese pesar que generó el lío con la ex junta directiva, dijo que ahora está enfocado plenamente en competir por los títulos con el Barcelona y señaló que no sabe qué pasará con su futuro a final del año futbolístico. Dejó abierta la puerta para la continuidad, pero también para la salida amistosa que se le negó en el verano pasado.
Puede negociar
“No sé si me iré o no, y si me voy, me gustaría irme de la mejor manera. En junio se verá”, dijo Messi el pasado domingo. Al tiempo que aseguraba que no ha hablado con ningún precandidato a la presidencia del conjunto catalán. Aunque todos los personajes que aspiran a la silla presidencial, han dicho públicamente que esperan lograr la firma de una renovación de su contrato para que Leo se mantenga en Can Barça.
Lo cierto es que, a partir de este 1 de enero, Messi es libre para negociar con cualquier club un posible fichaje para mitad de año, sin que el equipo que esté interesado en él tenga que pagar alguna cláusula, pues las reglas de FIFA permiten a los clubes negociar con libertad con los futbolistas a los que les queden seis meses de contrato, sin que exista alguna penalización.
En el pasado mes de agosto, cuando los rumores de la salida se desataron, el Barça remitió al argentino a que el único modo para salir era que debía pagar la cláusula de 700 millones de euros, cifra inasequible para cualquier club del mundo. Sin embargo, el panorama cambia a partir del primer día de 2021, cuando Jorge Messi, padre del jugador, puede entablar conversaciones con cualquier club del mundo para un posible traspaso, y el candidato que resulte ganador en las elecciones del 24 de enero, deberá echar a andar la maquinaria culé para seducir a Leo de mantenerse en el club.
Deseo de las potencias
El contexto de Messi no es ajeno para los clubes millonarios, saber que pueden negociar con Leo un fichaje sin pagar una cifra estratosférica es un plato que apetece. El argentino cuenta con 33 años, con el estado físico que guarda puede ser una buena inversión para, por lo menos, los próximos tres años.
Los grandes clubes son conscientes que en una negociación se pagará una cifra alta por él, sobre todo en el contrato que se le ofrezca y en la duración de éste. Clubes como el París Saint Germain, el Manchester City, el Inter de Milán o el Manchester United son algunos de los que podrían entrar en la puja por sus servicios, cada uno con proyectos deportivos capaces de seducirle, pero, sobre todo, con el capital financiero para cumplir con las percepciones de Leo que, hoy en día, según la revista Forbes, es el futbolista mejor pagado del mundo con un salario de 126 millones de dólares al año.
Factores deportivos
En los aspectos ligados a la cancha tanto el París como el City, son los clubes con los que más se ha vinculado a Leo, porque ambos cuentan con detalles que podrían decantar la balanza a su favor. Messi ha dicho que su idea es seguir aspirando a los títulos, en concreto a la Champions League y parisinos e ingleses son clubes que tienen la capacidad para construir proyectos deportivos en torno a su figura.
En el PSG se encuentra Neymar, uno de sus mejores amigos y quien ha manifestado su deseo de volver a coincidir con él en un campo de juego. Y el City se encuentra Pep Guardiola, a quien el propio argentino ha considerad como el mejor entrenador con el que ha coincidido y el que supo explotar mejor sus capacidades.
Messi no cierra la puerta ni a seguir en Barcelona ni a empezar a planear una salida menos traumática a mitad de 2021. Este primero de enero empieza la cuenta regresiva para futuro.