Alex Oxlade-Chamberlain, con dos goles, fabuloso en especial uno de ellos, se erigió como el faro que guió al Liverpool en su visita al campo del Genk (1-4) para sacar tres puntos vitales y encarar la clasificación a octavos de final de la Liga de Campeones.
El futbolista inglés despachó a los belgas con un tanto en el minuto dos y con una maravilla en la segunda parte, uno de los mejores goles de la competición, fabricado con un delicado golpeo con el exterior a la escuadra.
El Liverpool necesitaba el triunfo después del mal comienzo en Champions con la derrota en el campo del Nápoles y salió a por ello. Ya con Mohamed Salah recuperado de su lesión de tobillo, aunque el egipcio estuvo flojo, Jürgen Klopp no pudo contar ni con Joel Matip (rodilla) ni con Alexander-Arnold (enfermedad). Necesitó del parche de James Milner en el lateral derecho, pero apenas tuvo incidencia en el juego, ya que la mejor noticia para la tranquilidad del Liverpool fue adelantarse nada más empezar.
A los dos minutos, Oxlade-Chamberlain recibió en la frontal y sacó un disparo raso que, con ayuda del toque de un defensa, se metió en la meta del Genk.
Los belgas, lejos de achicarse, dispusieron de sus mejores oportunidades a la contra y con espacios, quizás aprovechándose de la falta de compenetración de Van Dijk y Lovren, pero la falta de clarividencia de los delanteros del Genk frente a la meta de Alisson les frenó de arrancar un empate.
Cuando por fin lo consiguieron en un remate de cabeza de Samata, el árbitro anuló la jugada por fuera de juego y tras unos minutos de tensa espera, el VAR corroboró la decisión del colegiado.
El Liverpool necesitaba otro tanto para no meterse en problemas y llegó con otra genialidad de Oxlade-Chamberlain. Roberto Firmino se revolvió en el área, la dejó en la frontal y el mediapunta inglés sacó un remate con el exterior de primeras directo a la escuadra. Tocó en el larguero y llegó a las redes ante la incrédula mirada de Coucke.
El Genk se dio completamente por vencido y Mané, tras una recuperación en tres cuartos de campo, picó por encima de la salida del meta belga para hacer el tercero, en tanto que Salah se fabricó el cuarto en una jugada personal, con todo ya decidido. El tanto del honor lo hizo Odey, tras un clamoroso error de Lovren por no querer ceder a los belgas un saque de banda.
La derrota deja al Genk al borde de la eliminación, con un punto en tres jornadas, mientras que el Liverpool suma su segundo triunfo consecutivo en Champions, lo que le permite escalar al segundo puesto del Grupo E y encarar con más tranquilidad la visita de los belgas a Anfield.
RGS