Se cierra el telón en el futbol europeo a nivel de clubes. Sí, la Final de la Liga de Campeones de Europa marca el cierre de una temporada que ha arrojado varias sorpresas en las principales competiciones; sin embargo, en lo que a la Champions se refiere, al final han quedado los clubes que mostraron mayor solvencia: Manchester City y Chelsea.
Esta Final es una muestra de que la Liga Premier sigue en la élite Mundial, pues hace solo un par de años, otros dos equipos pelearon por el cetro de Europa, el Liverpool y Totteham.
Ahora, son los dos modelos económicos hegemónicos los que se enfrentan. Por un lado, el del ruso Roman Abramovich, quien desde hace más de una década aterrizó con todo su poderío para fortalecer al Chelsea. Sí, le tomó tiempo y muchos millones, pero logró hace unos cuantos años ganar la Orejona; ahora, cada vez más mesurado en sus gastos, busca un segundo título continental.
Y enfrente está el Manchester City, precisamente el equipo que tomó la estafeta en cuanto a inversión por este mismo objetivo. Desde hace 7 años, el grupo City Football, de Khaldoon Mubarak, ha gastado millones de euros para dominar la Premier League –cosa que ya tiene hecho– y ganar la Champions; este segundo objetivo es la gran obsesión y para ello confía plenamente en Pep Guardiola.
El paso de ambos equipos fue destacado. El Manchester City solo empató un juego y ganó los 11 restantes; en tanto, el Chelsea ganó 8, empató tres y perdió solo uno. Cabe destacar, que el conjunto londinense cambió de entrenador a media temporada, dejando en las manos de Thomas Tuchel la responsabilidad de alcanzar la gloria europea.
Guardiola, 10 años después
Josep Guardiola es catalogado por muchos como el mejor entrenador del mundo, el entrenador catalán ha sido un tipo revolucionario, desde su irrupción como entrenador en la élite en el 2008 no se ha cansado de ganar títulos, tanto en Alemania como en Inglaterra ha levantado trofeos, pero la Champions se le ha resistido, tardó una década en volver al máximo escenario de clubes, mucho tiempo para un entrenador que ha tenido grandes equipos.
Lo que no se puede negar es que Pep es un entrenador que ha priorizado el espectáculo. Formado en la corriente Cruyffista, Guardiola le gusta atacar a sus rivales, encontrar las variantes y dar a sus jugadores las herramientas para potenciar sus virtudes.
Pep ha llevado al Manchester City a su primera final europea, algo que ha conseguido a base de talonario, pues ha sido uno de los clubes que ha gastado cientos de millones de euros, por lo que se espera que haga un estudio a conciencia para encontrar los puntos débiles del Chelsea.
El de Santpedor ha estado al mando de los Cityzens desde el 2016, es el club en el que más tiempo ha estado, se siente feliz ahí y también ha evolucionado como entrenador, mantiene su clásico 4-3-3, pero también ha mutado a otros sistemas, haciéndolo un técnico más completo, porque sabe cómo encarar los partidos en distintos escenarios.
No hay sitio en el mundo que no se conozca a Pep, no hay país en el que no tenga seguidores o detractores, en eso también ha radicado su grandeza, que es un tipo que polariza, pero no deja indiferente a nadie. Capacidad para ganar la Champions sin lugar a dudas la tiene, seguro hasta el último minuto del partido no dejará de estudiar lo que ocurra en cada detalle, porque está en su esencia.
Revancha inmediata
Si a Pep se le ha concedido la etiqueta de revolucionario, Thomas Tuchel la merece por lo que ha logrado esta temporada. Tomó al equipo en enero, cuando el Chelsea se encontraba en la novena posición y no se le veía ni pies ni cabeza al cuadro que entonces dirigía Frank Lampard.
El alemán se convirtió en entrenador del conjunto londinense y de inmediato le cambió la cara, pasó a ser un equipo ordenado y mejor estructurado, cambió el sistema y creció de a poco en la Premier y en la Champions también mostró su músculo, fue dejando rivales de peso como el Atlético de Madrid en octavos y al Real Madrid en semifinales.
Tuchel llega a la final haciendo historia, pues el primer entrenador que llega en dos años consecutivos al máximo partido del torneo de clubes con dos equipos diferentes, el año pasado lo hizo con el París Saint Germain, pero el Bayern le frustró su sueño del título. Pero también puede convertirse en el primero en perderlas.
El contraste con Guardiola es radical en todos los aspectos futbolísticos, no fue un futbolista de cartel como sí lo fue Pep. Mientras, su carrera como entrenador la fue labrando ocho años antes que el catalán, pero se curtió en equipos modestos como el sub 19 del Stuttgart o el filial del Augsburgo. Y en 2005 llegó a la Bundesliga con el Maguncia, al que logró meter a competiciones europeas. El nombre de Thomas Tuchel pasó a ser conocido.
Relevó a Jürgen Klopp en el Borussia Dortmund para irrumpir en la élite, pero apenas ganó una Copa de Alemania. En 2018 pasó al PSG, su gran salto de calidad y la aspiración de ganar la Copa de Europa, pero se quedó en la orilla, la chance que tendrá este sábado es una nueva oportunidad, un título que lo terminaría de encumbrar como un entrenador de élite, por el escenario y por el rival (en el campo y en el banquillo) al que derrotaría.