La tarde más gloriosa de Diego Maradona fue en México

En el Mundial de 1986, él comandó a Argentina a su segunda Copa del Mundo, pero el partido contra Inglaterra fue uno de los más brillantes de su carrera

Diego Maradona y 'La Mano de Dios' (Reuters)
Ciudad de México /

El Mundial de México 1986 marcó la apoteosis de Diego Armando Maradona en el futbol mundial. La Ciudad de México lo vio consagrarse como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Diego ya había demostrado sus condiciones, pero tenía la deuda pendiente de trascender en una Copa del Mundo.

Así que Diego se preparó de la mejor manera posible, ya se encontraba en el Nápoles, pero aún no llegaba al conjunto italiano a la gloria, primero tenía que cargar con su amada Argentina.

Maradona asumió como una cuestión de orgullo trascender con Argentina en el Mundial de México. Y lo hizo. Argentina se adueñó de las instalaciones del Club América, desde ahí Maradona se convirtió en el cerebro futbolístico del conjunto dirigido por Carlos Salvador Bilardo.

En la fase de grupos, Argentina se enfrentó a Corea del Sur, Italia y Bulgaria; a los italianos les marcó su primer gol de ese Mundial. En octavos eliminó a Uruguay y en cuartos de final se midió a Inglaterra. Partido en el que se consagró.

El 22 de junio de 1986, Diego marcó los dos goles con los que Argentina venció a Inglaterra; fueron dos obras de arte que siguen en la retina. Ese día, Maradona fue los pulmones, el corazón y el cerebro de Argentina.

La mano de Dios

Comandó al equipo con su talento, rompió a la defensa inglesa con su desequilibrio y con su picardía engañó al árbitro. Al minuto 51, Diego conducía la pelota por el centro, buscó asociarse con Valdano, pero el defensa Steve Hodge, cortó el pase, aunque elevó la pelota en una especie de parábola que salió hacia su propia portería; Maradona nunca dejó de ver el balón fue en su búsqueda y saltó a la par del portero Peter Shilton, quien le sacaba unos 20 centímetros a Diego, quien levantó la mano izquierda y tocó la pelota para mandarla al fondo, corrió y celebró, el árbitro de Túnez, Ali Bennaceur, validó el gol. Los ingleses se lo querían comer, los argentinos se sumaron a la fiesta de Diego.

El gol del Siglo

Y cuatro minutos después regaló una pintura que hoy en día no se ha visto nada igual. El segundo gol que le marcó a Inglaterra fue una obra de arte, futbol de barrio, descaro en estado puro. Más de cien mil personas fueron testigos de esa anotación en la que fue driblando ingleses como si fueran conos. El narrador uruguayo Víctor Hugo Morales relató de esta manera el gol.

“La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga... ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... Gooooool... Gooooool... ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme... Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2-Inglaterra 0”.

En semifinales, Argentina venció a Bélgica, y en la Final doblegó a Alemania. Diego Armando Maradona recibió la Copa del Mundo y la elevó al cielo. Cumplió su sueño de niño. Pero ese 22 de junio 1986 se ganó un lugar en el altar de los dioses de futbol.​

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