Marcelo Bielsa es conocido por ser uno de los técnicos más controvertidos en la actualidad. Prueba de esto sucedió en la segunda división inglesa, cuando Mateusz Klich, uno de sus jugadores del Leeds United –el equipo que dirige- está tendido en el campo y aparenta pausar el partido. De repente, acelera y anota un gol.
Dicha acción generó polémica entre los futbolistas del Aston Villa, quienes no creían que fuera posible que eso pasara. Un conato de bronca duró algunos minutos, por lo que Bielsa obligó a su equipo a dejarse anotar, generando opiniones encontradas, al punto de que alguno intentó impedirlo. Dicha acción de Fair Play sí terminó ocurriendo.
El encuentro terminó 1-1 y complicó el panorama del Leeds United, que dejó ir la posibilidad de pelear por la segunda división y el ascenso directo a la Premier League, por lo que ahora disputará la última plaza de ascenso con tres equipos, incluido el Aston Villa.
OMCS