Marcelo Bielsa y su revolución en el futbol inglés

A pocos meses de su llegada al Leeds United, el estratega argentino ha solidificado al club histórico, que ya se ilusiona con un regreso a la Premier League, después de 15 años de ausencia

Marcelo Bielsa en el banquillo del Leeds United (Reuters)
Rubén Guerrero Atilano
Ciudad de México /

La Premier League es sinónimo de espectáculo, de un futbol de primer mundo, donde se encuentran los mejores a nivel del orbe. Nadie tiene dudas. Este concepto comenzó en la muy lejana temporada 1992-93 y desde entonces hasta ahora, ha sido un éxito… Hablar del último campeón inglés antes de que cambiara por completo su imagen, es hacerlo del cuadro que hoy, aspira y se ilusiona con volver al máximo circuito británico y de paso, con Marcelo Bielsa en el banquillo: el Leeds United, un equipo que esconde tantos secretos como historias en sus anales. En la actualidad, comanda la Championship, a la espera de retornar a Primera División

En la década de los noventas, hacer referencia al Leeds era tomar en cuenta a un cuadro puntero, a una escuadra en constante ascenso y evolución futbolística, que exigía en su cancha y ponía resistencia fuera de ella y que peleaba con los principales equipos, como el Manchester United. El punto más alto bajo el formato de la Premier League lo alcanzó al término de la campaña 1999-2000, al consumarse como propietario de la tercera plaza de la clasificación y con ello, acceder a la Champions League. No era casualidad. El equipo entonces dirigido por el sorpresivo David O’Leary, lo había buscado y acariciado previamente. 

Existen teorías que aseguran que, cuando más alto has llegado en tu vida profesional, debes tener cuidado, porque lo que viene es precisamente lo inverso: la caída. En la Champions a la que se clasificó el Leeds, solo el sorprendente Valencia de Héctor Cúper pudo cortarle el paso y fue en Semifinales. La instancia alcanzada era increíble para The Whites… Aquella nómina, además contaba con jóvenes que ya llamaban la atención de otros conjuntos, ansiosos por hacerse de sus servicios. Rio Ferdinand, Jonathan Woodgate, Robbie Keane y Harry Kewell, entre otros, formaban la columna vertebral de un cuadro muy temido. 

Tres años más tarde, bancarrota de por medio, aún con las ventas de todas sus figuras, el Leeds United se despedía del máximo circuito inglés. Con la coronación del Arsenal de Arsene Wenger, el conjunto amarillo firmaba su peor temporada desde hacía muchos años y debía resignarse con un volver a empezar. Con 17 derrotas en 38 encuentros, a la postre de 33 unidades, marchaban a la Championship, que ahora lideran, con desprestigio y acompañado del Leicester City y el Wolverhampton. Gran parte de la afición reclamó en las gradas del Ellan Road a la directiva, por las transformación del club. 

La teoría de la crisis de Albert Einstein asegura: “Se necesita tocar fondo, para resarcir heridas, comenzar de cero a la cima”. El alemán confiaba en el amor propio que se desprende de las horas más bajas. Para el Leeds, el camino ha sido muy largo y tortuoso. Un año después del descenso a Segunda, a mediados del 2005, el equipo había consumado otra pérdida de categoría. El abismo parecía no tener fin. La reconstrucción tomaría tiempo, llevaría bastante, que la afición, golpeada, volviera a la grada para ver a un escuadrón que ya no era el que ellos añoraban. Sería hasta el 2010 que retomarían su estancia en la Championship

LLEGADA DEL 'LOCO'

Hay quienes juzgan a Marcelo Bielsa como uno de los grandes entrenadores de los últimos 20 años, aunque cuando se le cuestiona al argentino, lo primero que remite es que: “Yo no he ganado nada; hay gente más capaz”. La realidad es que su calidad no se mide por el número de medallas que almacena como estratega, pero sí, por las formas que sus equipos alcanzan bajo su mando. Eso, en cuanto a lo positivo. El veterano técnico también cuenta con peculiaridades que no le han permitido conocer qué habría pasado si hubiera seguido con distintos proyectos. Es un tipo intempestivo. Hace un año, rompió un contrato con la Lazio, sin antes dirigir un solo partido. 

Sentado en una hielera, al borde de su área técnica, Marcelo Bielsa analiza a su equipo, da instrucciones sin importar el idioma que le separe de sus pupilos, como su estancia en Francia, donde coincidió con André-Pierre Gignac. Con anteojos, mirada penetrante y gran estatura, el argentino se ha convertido en un mito como timonel, ganándose el respeto de los mejores exponentes de su área. Innumerables ocasiones, Pep Guardiola le ha mencionado como referencia. Por ello, cuando el pasado verano el Leeds United oficializó su contratación como DT, los reflectores voltearon a la Segunda División inglesa

Han pasado 12 jornadas desde el arranque de la temporada para el Leeds y Bielsa y hasta ahora, el equipo suma 23 unidades, una sola derrota y el tercer lugar general. Su paso es sólido en el campeonato de Segunda, ilusionando a una afición desolada, que le respeta y ovaciona. Marcelo lo ha vuelto a hacer, como en Marsella o Bilbao, ha generado una revolución con muy poco material humano y menores expectativas. De paso, ha vuelto a mostrar detalles de su impronta personal. En la primera Fecha FIFA de este semestre, llevó a su plantel a recolectar basura alrededor del Ellan Road, para que la gente que lo hace habitualmente pudiera descansar el domingo por la mañana.

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