El ofrecimiento del delantero de Wolverhampton, Matheus Cunha, de comprar gafas nuevas al vigilante de seguridad después de un altercado pospartido, ayudó a convencer al organismo disciplinario de reducir la sanción al brasileño de tres a dos partidos.
Cunha recibió finalmente una suspensión de dos partidos por un altercado con miembros de seguridad del Ipswich luego de la derrota de su equipo 2-1 en el estadio Molineux el 14 de diciembre en la 16ª fecha de la Premier League.
El jugador propinó un codazo a un empleado que "le tiró las gafas de la cara, lo que hizo que se rompiesen", según el informe del comité encargado, publicado este martes en la página de internet de la Federación Inglesa (FA).
Aunque quedó dictaminado que "el punto de partida" deberían ser tres partidos de suspensión, el texto añade: "La comisión acordó que el reconocimiento de la culpa por parte de Cunha, sus rápidas disculpas, la oferta de pagarle unas gafas nuevas y su limpio expediente disciplinario fueron factores atenuantes".
Unos factores que también ayudaron a que la multa impuesta bajase de 120 mil libras (150 mil dólares) a 80 mil libras (100 mil dólares).
Cunha, ex del Atlético de Madrid, es uno de los jugadores más destacados del Wolverhampton esta temporada, en la que marcó 10 goles en 19 partidos de liga.
La derrota ante el Ipswich marcó el final del camino para el técnico Gary O'Neil, sustituido por el portugués Vitor Pereira.
Los 'Wolves' se hallan un puesto por encima del descenso, que marca el Ipswich.
CIG