El líder París Saint-Germain, a tres días de recibir al Bayern de Múnich en Champions League, concedió su tercera derrota liguera en la cancha del Mónaco (3-1), que se coloca provisionalmente en segunda posición, este sábado en la 23ª fecha de la Ligue 1.
El conjunto parisino cuenta, no obstante, con una renta de siete puntos sobre el conjunto del Principado (2º), y de ocho sobre el Olympique de Marsella (3º) y el Lens (4º), antes de sus partidos respectivos ante el Clermont (11º) este sábado, y el Lyon (9º) el domingo.
El ruso Aleksandr Golovin y Wissam Ben Yedder, autor de un doblete (18, 45+2), marcaron para el Mónaco. El joven Warren Zaire-Emery (39) salvó el honor para un PSG que no pudo contar con los lesionados Kylian Mbappé, Lionel Messi, ni Marco Verratti.
Esta severa derrota, que se produce justo después de una eliminación en Marsella en Copa de Francia (2-1), no hace sino confirmar las dudas en las que se halla el conjunto de la capital en la fase decisiva del curso.
Desde la reanudación de las competiciones nacionales después del Mundial 2022, el equipo parisino parece otro y sus sólidas bases parecen desmoronarse en cada una de sus salidas.
Para el técnico Christophe Galtier los buenos resultados de inicio de temporada son ya un lejano recuerdo y deberá preparar con una enorme presión sobre sus hombros el partido del martes en el Parque de los Príncipes ante el coloso bávaro en la competición reina de Europa.
Ante la desoladora imagen ofrecida por el PSG en Mónaco, y tras su cuarta derrota en un mes y medio, el Bayern puede respirar tranquilo, aunque Messi y Verratti en principio estarán disponibles para ese partido.
De proseguir esta inercia, el líder parisino podría incluso pasar apuros en la defensa de su título nacional.
Galtier bajo presión
Nada resultó según lo esperado para el PSG desde el principio. Golovin aprovechó la apatía de la experimental defensa visitante, y en especial en El Chadaille Bitshiabu, que también falló en el segundo gol, obra de Ben Yedder.
El internacional francés, ex del Sevilla, firmó su doblete antes de la pausa para alzarse al liderato de goleadores de la Ligue 1 empatado con Folarin Balogun (Reims, 14 goles).
El resultado podría incluso haber sido más abultado de no mediar las múltiples atajadas de Gianluigi Donnarumma (15, 27, 40, 82, 90+1).
Una imagen que suscitó el enfado de la nutrida representación de la afición parisina en la grada del estadio Louis-II, que desplegó una pancarta de dio poco lugar a la ambigüedad ("Despertad, hacéis que nos desmoronemos) antes de pedir a sus jugadores que "sudasen" la camiseta.
Galtier podrá esgrimir el pretexto de las numerosas ausencias y el "pequeño virus" que afectó a parte del plantel, y que obligó a ingeniar un nuevo once inicial. Pero a la hora de la verdad en la Champions preocupan la falta de fortaleza psicológica y los numerosos bajos estados de forma, como un Neymar desapercibido a lo largo del partido, cuando se esperaba que tomase el papel de líder ante las ausencias de Messi y Mbappé.
Única nota para el optimismo: la entrada en el minuto 79 de Presnel Kimpembe, lesionado los últimos meses en el tendón de Aquiles. 'Presko' podrá taponar las vías de entrada de una defensa que hace aguas.
Algo parece claro, el PSG y Galtier se juegan gran parte de su temporada el martes ante el Bayern.
FCM