Tras casi cuatro meses parada por el coronavirus, la MLS regresó con una demostración de solidaridad con la lucha contra el racismo y una brillante actuación del portugués Nani, que dio el triunfo 2-1 del Orlando City frente al Inter Miami.
La liga, cuya temporada regular está suspendida desde el 12 de marzo, se reactivó con el torneo MLS is Back, que tiene un formato similar al de la Copa del Mundo y se desarrollará a puerta cerrada en el complejo deportivo de Disney World (Orlando).
La MLS ha tratado de resguardar a los jugadores de la pandemia aislándolos en un hotel de Disney World pero el virus ha provocado ya la retirada de uno de los equipos, el Dallas FC, y en las próximas horas se podría decidir el abandono de una segunda franquicia, el Nashville, que tiene al menos cinco jugadores contagiados.
En un avance de lo que puede ocurrir cuando se pongan en marcha otras competiciones como la NBA o las Grandes Ligas de Beisbol, la reapertura de la MLS fue un acto de homenaje al actual movimiento contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos.
El Inter Miami y el Orlando City, junto a los miembros de la coalición Black Players for Change, saltaron al campoportando mascarillas y camisetas con lemas como Black Lives Matter (La vida de las personas negras importa) y 'Silence is Violence' (El silencio es violencia).
Sobre el césped, los futbolistas guardaron silencio durante ocho minutos y 46 segundos, una cifra simbólica de las actuales protestas nacionales en Estados Unidos por el crimen de George Floyd a manos de un policía blanco.
Ocho minutos y 46 segundos es el tiempo que el agente de Minneapolis inmovilizó brutalmente a Floyd en el suelo con una rodilla en su cuello hasta que perdió el conocimiento y falleció poco después.
Sin aficionados en las gradas, los jugadores titulares de ambos equipos se colocaron alrededor del círculo central e hincaron una rodilla en el suelo mientras los suplentes y los futbolistas de otros equipos alzaban el puño, que vestían con un guante negro.