Noa Lang, fichaje estrella del PSV Eindhoven este verano y su mayor desembolso para olvidar la salida de Xavi Simons, comenzó a amortizar la inversión del equipo dirigido por Peter Bosz, que este viernes alzó la Supercopa de los Países Bajos tras superar 0-1 al Feyenoord con un tanto del ex jugador del Club Brujas.
El duelo de campeones de los Países Bajos culminó con la victoria del PSV, que firmó su título número catorce en una final marcada por la aparición de Lang. El extremo zurdo, con un coste de 12 millones de euros, es una de las apuestas más importantes del club neerlandés para la próxima temporada. Y, en su primer duelo de nivel, respondió con un tanto que vale una copa.
Lo marcó al final del encuentro, en el minuto 79, cuando remató desde el punto de penalti un centro de Ismael Saibari. Fue suficiente. Con ese arreón, el campeón de la Copa de los Países Bajos doblegó al campeón de Liga en una final de la Supercopa en la que no compareció el Ajax por primera vez desde 2018.
El PSV sólo alineó a dos de sus caras nuevas. Junto a Lang, Patrick van Aanholt, que regresó de una cesión, apareció por el once. No salieron desde el inicio Ricardo Pepi, que costó 11 millones de euros, ni Yorbe Verterseen ni Fredrik Oppegard. Bosz apostó por el bloque que le hizo campeón de Copa para llevarse el título y funcionó.
Enfrente, el Feyenoord, como su rival, también inició el curso sin dos de sus jugadores más importantes: Orkun Kokçu y Danilo Pereira, que entre los dos marcaron 16 goles en partidos oficiales la pasada campaña. Ambos hicieron las maletas para marcharse al Benfica y al Glasgow Rangers.
Pero el técnico Arne Slot mantenía al mexicano Santiago Giménez, su jugador franquicia y máxima esperanza para ganar la Supercopa. Además, contaba con nuevos jugadores como Timon Wellenreuther, Kostas Lamprou, Thomas Beelen y, sobre todo Ramiz Zerrouki, uno de los fichajes del club de Rotérdam que más interés ha despertado entre sus aficionados.
Sin embargo, el "efecto Lang" pudo con la presencia de Giménez y de Zerrouki en la alineación. El Feyenoord dominó la primera parte con una clara oportunidad clara de Igor Paixao que desbarató con una buena intervención Walter Benítez. Después, al inicio del segundo acto, el árbitro anuló por fuera de juego un tanto del mismo Paixao, que con esa acción marcó el final del dominio de su equipo.
El PSV tomó las riendas del choque durante la última media hora en la que Johan Bakayoko avisó con un disparo desde fuera del área que salvó Justin Bujlow, que no pudo evitar el tanto de Lang que vale un nuevo título para el conjunto de Bosz. El PSV Eindhoven inició el curso con buen pie. Y, el culpable, fue el jugador que intentará que Simons pase al olvido.
FCM