El Mundial de Estados Unidos 1994 representaba para Italia una cita para curar las heridas causadas por la enorme decepción luego de no haber logrado su cuarto título del 1990, esto cuando la Copa del Mundo se jugó en su territorio.
Ahora, cuatro años después y luego de que la Unión Soviética le privara de participar en la Eurocopa de 1992, la Nazzionale estaba de regreso, ahora contando con Arrigo Sacchi en lo controles, quien echó mano de ocho jugadores del Milán como base del combinado, elementos que habían ganado tres Copas de Europa con el cuadro rossoneri en los seis años previos al Mundial de 94' (1988-89, 1989-90, 1993-94).
De toda la selección, destacaban jugadores como Franco Baresi, Roberto Baggio, Paolo Maldini, Roberto Donadoni, entre otros más, siendo futbolistas que buscarían consolidar el cambio generacional que se venía dando cuatro años antes, dejando atrás a la escuadra que había conseguido el tercer campeonato italiano en 1982, camada que se mantuvo vigente -en parte- hasta el Mundial de 1990.
Con un equipo que llevaba todo su sello, era hora de que Sacchi mostrara todo su conocimiento y capacidad estratégica, cuestiones que lo habían llevado a la gloria con el Milán años antes, ahora en el banco de la Nazzionale. De esta forma, Italia se ubicaría con Noruega, Irlanda y México en el llamado Grupo de la muerte de la Copa del Mundo de 1994.
Sacchi implementó en Italia el mismo sistema que en el Milán, un 4-2-3-1, reconvertido en un 4-5-1, priorizando una defensa adelantada y muy bien organizada, la máxime italiana, usando el fuera de juego como principio, priorizando el cierre de espacios al utilizar un bloque muy compacto que partía desde la central.
De ahí se desprendía el ataque, el cual era muy organizado, saliendo de manera directa con Baggio, quien contaba con los acompañamientos de Donadoni, Conte y Massaro. Asimismo, el juego por los costados era de suma importancia para la progresión de juego, utilizando para contras letales o para generar espacios de ruptura. Una ofensiva que aprovechaba a plenitud el ancho y el largo de terreno.
Italia, de esta forma, se abrió paso en la Copa, clasificando con cuatro unidades en el sector E, para posteriormente dar cuenta de Nigeria, (Octavos de Final), España (Cuartos de Final) y Bulgaría (Semifinales).
La azzurra llegó a su cuarta Final de Copa del Mundo ante Brasil, en la reedición del duelo que se había dado 24 años atrás, en México 70. Aquella tarde del 17 de julio de 1994 se jugaba el tetracampeonato del Mundo pero el duelo dejó mucho qué desear, recordado como una de las finales más aburridas en la historia de las Copas del Mundo, misma en donde el Scratch se llevó el título en penales.