Reconocido como uno de los mejores porteros que tuvo África en el siglo XX, el histórico Robert Mensah es famoso por una razón más peculiar que su desempeño bajo los tres palos, pues en varias ocasiones fue acusado por sus rivales de usar su gorra hechizada para evitar que le marcaran gol al embrujar a los delanteros.
Nacido en la Costa de Oro británica, lo que hoy es Gana, el arquero tuvo un gran exito a nivel de cubes y selección, pues defendió los colores del Asante Kotoko FC, club de su nación con el que ganó la Liga de Campeones de África en 1970. También tuvo un paso por otros equipos como Mysterious Dwarfs, Sekondi Independence Club y Tema Textiles Printing.
Pero ese no fue el único título que levantó, ya que con el cuadro nacional de Ghana logró el subcampeonato de la Copa Africana de Naciones en la edición de 1968 que tuvo lugar en Etiopia. En la final de ese torneo, Mensah y las estrellas negras cayeron ante Congo por apenas 1-0. Ese mismo año jugó los Juegos Olímpicos de México 1968 y se consagró como uno de los mejores arqueros del continente.
El cancerbero ghanés también era famoso por ser un provocador dentro del terreno de juego, pues cuando lo rivales no lograban acercarse a su área él acostumbraba a retarlos leyendo bajo los tres palos y bostezando en su cara.
Del mismo modo, destacaba por su imponente físico, atlético y su uniforme negro, algo que hacía recordar al legendario Lev Yashin, algo que lo caracterizó y que fue parte de su personalidad en la cancha.
El origen de la gorra hechizada
Además de su destacada trayectoria, Robert Mensah fue famoso por otra peculiaridad, su característica gorra. Dicho accesorio, fue acusado de estar hechizado para afectar a sus rivales y evitar que estos perforaran su portería.
Según algunos adversarios, presentaba poderes mágicos y estaba hechizada, por lo que muchos intentaron quitársela para romper el maleficio, sin embargo, él llegó a defenderla con golpes con tal de que no tocarán su amuleto.
La razón por la que el arquero quería su gorra era por algo más que sus supuestos poderes, pues fue un regalo de su abuelo, quien se dice era un brujo, razón por la que la boina de lana fue asociada con la palabra “yuyu”, un término que describe prácticas “mágico-religiosas” del continente africano.
Su trágico final
Pese a ser una leyenda el futbol de Ghana, su final fue trágico y lamentable. En 1971, cuando estaba en el mejor momento de su carrera fue asesinado en un bar de la localidad de Tema, Ghana, si nación natal. Fue víctima de una botella cortada que le produjo una severa hemorragia. Miles de sus compatriotas acudieron al llamado de su último adiós y se dice que la gorra se enterró también con él.
MGC