Unos 250 hinchas del Saint Étienne, que atraviesa una situación deportiva difícil y ocupa el puesto décimo sexto en la tabla de la primera división francesa, interrumpieron el entrenamiento este sábado, sin que se produjeran actos de violencia, y reclamaron cambios.
Según el relato hecho por el diario Le Progrès en su edición digital, los aficionados irrumpieron hacia las 11.00 locales en el centro de entrenamiento con gritos de "¡dirección dimisión!" y "queremos un equipo digno de su público".
A continuación, penetraron en el campo y comenzó una discusión con los jugadores, que finalizó al cabo de un cuarto de hora con mensajes de ánimo a los jugadores.
El periódico, que citó fuentes de las fuerzas del orden, explicó que no hubo violencia y que los hinchas abandonaron las instalaciones con tranquilidad.
En cualquier caso, para evitar incidentes las autoridades desplegaron 70 gendarmes y el Ayuntamiento emitió un decreto para prohibir la circulación en los alrededores de las instalaciones deportivas.
El público había llegado en respuesta al llamamiento que hizo el grupo de los Magic Fans. El viernes, los jugadores ya habían sentido la presión de otros aficionados que también acudieron al entrenamiento en ese caso por la convocatoria de los radicales de los Green Angels.
Todo esto se produce en un ambiente enrarecido tras la severa derrota la semana pasada del Saint Étienne en el tradicional derby regional contra el Lyon (0-5). Este domingo, el equipo, que está a cuatro puntos de los puestos de descenso, juega en el campo del Niza.
eml