La pasión por ver de nueva cuenta al Atlante disputar una final en el futbol mexicano, desbordó a un centenar de aficionados que, sin importar que la Ciudad de México se encuentre nuevamente en semáforo rojo por la contingencia de covid-19, acudieron al Estadio Azul para apoyar a su equipo previo al duelo definitivo ante el Tampico Madero.
Desde temprana hora, los fanáticos de los Potros de Hierro acudieron a pie o en coche con banderas, entonando cánticos y alentando a su equipo, que rescató un empate 1-1 en la ida disputada en la cancha de la Jaiba.
Esta será la primera final en la historia de la naciente Liga de Expansión, donde los Potros buscarán coronarse y, aunque no tienen posibilidad de ascender a la Liga MX, será un buen regalo para sus seguidores, quienes fieles los han acompañado desde su mudanza a Cancún, y ahora con el ansiado regreso a sus orígenes.