Carlos Albert es un periodista que se caracteriza por no guardarse nada, pues es directo y franco, una cualidad, para algunos para otros no tanto, que lo ha definido no solo en la actualidad sino desde su época como futbolista, donde no se quedó callado y decidió defender sus derechos como jugador.
En una charla en el canal de YouTube de Roberto Gómez Junco, Albert recordó su etapa como jugador, en la que en uno de sus llamados a la selección olímpica vio el compromiso que otros combinados nacionales tenían, pues después de cada partido se ponían entrenar, caso opuesto con los mexicanos que salían de jugar y se iban a la villa olímpica. “Me quedó la inquietud, dije cómo es posible que sean tan metidos en esto, hasta pensé que estaban castigados, pero me di cuenta que acá nos faltaba ser profesional”.
No podías demandar
Sin embargo, no era lo mismo que vivía el futbolista mexicano, pues de acuerdo a Carlos Albert en los 70’s existía una cláusula con la cual los clubes impedían que los demandaras, pues de lo contrario te vetaban de balompié nacional.
“En aquel entonces había una cláusula en los contratos que decía textualmente ‘todo aquel futbolista que para dirimir sus diferencias con el equipo o la FMF acuda a los tribunales civiles queda eliminado a perpetuidad del futbol’”, recordó Albert.
Si no hay torneo no se paga
Ante esta situación, Albert comenzó a analizar su estancia en el futbol, ya que en aquellos tiempos el formato era diferente, entonces los equipos que no jugaban los hexagonales tenían dos meses de inactividad, por lo que no le pagaban a los jugadores.
“Mi papá había firmado mi contrato, el primero, yo era menor de edad, cuando termina el torneo, entonces había dos meses de intervalo entre torneo y torneo, que era cuando se hacían los pentagonales o hexagonales, entonces te dejaban de pagar, como ya no había torneo, pero tú no podías irte a otro equipo ni podías hacer nada”.
Agregó que “te tenían en un apartado legal para la Federación que decía retenido, o sea tú eras su jugador activo, retenido o transferible, esas eran las características que tenías en aquel entonces, terminaba tu contrato y entonces te tenían en calidad de retenido, pero no te pagaban”.
Carlos Albert, ex jugador del Necaxa (Mexsport)
Albert rememora que recibió una oferta de José Manuel Núñez, mejor conocido como El General Núñez, para que fuera a jugar al Atlante.
“Entonces fueron, me quisieron comprar y me dijeron que no, yo les dije ‘¡oiga! Está bien, no me voy pero páguenme’, no me pagaron, empecé a entender cuál era la jugada, cambió de dueños en el Necaxa, se va el licenciado Ramírez Vázquez, lo toma Orvañanos (tío de Raúl Orvañanos), ¿por qué lo toma? Porque don Julio era muy conocido, era gente de Televisa también, dueño de una agencia de publicidad muy importante, manejaban marcas importantes la cervecería Modelo entre ellas”.
A partir de hacer un análisis y ver que se sentía “incómodo, lesionado, lastimado, molesto, porque dije si no me quieren está bien, pero sí me querían en el equipo, no me dejaron salir, pero no me pagaban”.
Albert llora al recordar las condiciones que tenían sus compañeros
Las condiciones de los futbolistas no eran las mismas hace 50 años que en la actualidad, donde ahora cuentan con contratos millonarios y cláusulas dentro de ellos; sin embargo, en aquel entonces, sin dinero debían ver la forma de sobrevivir, una situación que le causó nostalgia a Albert.
“El primer paso que doy es ya después de haber jugado 8 o 9 años, casi 10, que a lo largo de 10 años te das cuenta de tantas cosas tan tristes que vivía el futbolista, tristes en verdad, vergonzosas, porque uno como quiera, yo estudié una carrera, pero compañeros que no tenían ni para comer, que no les pagaban nada, compañeros que teníamos que juntarle dinero para tener un hijo, no tenían para pagar un hospital, que venía una hora y media o dos horas con una torta en un camión para jugar con nosotros y que no tenían una sola prestación, iba en contra de mi naturaleza, no lo podía yo entender”, relató Carlos Albert entre lágrimas.
Una vez que había pasado casi una década en el futbol, Carlos Albert decidió que su profesionalismo y su tiempo tenían valor; por ello, decidió buscar a unos amigos que eran abogados para iniciar la demanda contra Necaxa.
“Cuando a mí me hacen lo mismo, dije a mí no me lo van a hacer, porque yo soy cumplido, porque soy titular, seleccionado, nunca he perdido la titularidad, no tienen porqué no pagarme, no tienen porqué decirme que en dos meses no soy nada. Entonces hablé con unos abogados, amigos, jóvenes pero muy brillantes, me dijeron ‘Carlos este puede ser tu fin una vez que metamos la demanda’”.
Un sindicato que no se concretó
Cuando comenzó la demanda el entonces jugador de los Rayos, varios futbolistas le hablaron de manera anónima, ante la cantidad de llamada, los abogados le sugirieron que podían hacer algo más grande, pues de esa manera podrían cambiar las cosas en el futbol mexicano.
“Mis abogados un día me dijeron ‘si son tantos y están inquietos, ¿por qué no hacen algo?’. Ahí empecé a hablar con los que me hablaban, aquí están mis abogados pero también otra solución es que nos unamos, no para estar en contra de nadie sino para defender nuestros derechos, no se trata de atacar a nadie”
A pesar de que había buenos motivos, al final no logró consolidarse este movimiento, el cual solo tenía una finalidad: luchar por los derechos de los jugadores. Aunque no se concretó, Carlos Albert sí continuó con su demanda, la cual duró muchos años, terminó con su carrera, pero logró ganarla.
ZZM