Y al tercer juego, la delantera de América resucitó, y en su tercer juego con la playera de las Águilas también se presentó Nicolás Castillo, el chileno marcó sus primeros tantos con el cuadro de Coapa, dos goles que sumados al de Henry Martín le dieron al conjunto azulcrema una victoria que se tornaba un tanto urgente por los últimos descalabros.
Además de que la actuación de anoche le ayudará en demasía a Castillo para recuperar sensaciones y liberar presión.
Ante la necesidad de una victoria que los reenganchará a la competencia, Miguel Herrera echó mano de sus dos fichajes estelares. Nicolás Castillo y Nicolás Benedetti tenían la ocasión para demostrar porqué llegaron al cuadro de Coapa, tenían que empezar a marcar diferencia como lo exige su condición de refuerzos.
La puesta en marcha de ese plan hizo que el esquema cambiara, América pasó a jugar un 4-3-1-2. Con Edson cargado a la banda izquierda y Benedetti por detrás de los dos delanteros. Fue el colombiano el que se mostró más activo, el que intento ser el faro del equipo a la hora de ofender, pero la realidad es que aún les hace falta acoplamiento.
América dominaba el partido a placer, porque Lobos se mostró muy cauto, le tuvo mucho respeto el cuadro de Palencia. Poco que resaltar de los poblanos a nivel ofensivo, solo un tiro de Luiz da Silva que se fue desviado.
Sin embargo, el dominio de las Águilas era estéril. El cuadro de Coapa concentró su juego por la derecha, el asunto es que Renato mantuvo el tono de la semana pasada, el ecuatoriano no logró levantar un buen centro que dejara en posición de remate a Castillo o a Henry.
Un tiro desviado de Benedetti y un cabezazo sin dirección del mismo colombiano fue eran lo mejor que generó la ofensiva americanista. La otra acción de cierto peligro fue un remate de Aguilera que se fue desviado.
No profundizaban los americanistas. La ausencia de balones llevaba a Castillo a salir de la zona en la que más daño puede causar, ansioso, el chileno buscó un par de veces ser el lanzador del equipo, porque a Benedetti le fueron cogiendo la matrícula.
Pero el futbol es un deporte lleno de misterios, cuando América no existía por la banda izquierda, de ese sector salió la bola que los puso en ventaja. Una pelota que se le había escurrido a Benedetti y Castillo, parecía que se perdería, pero Edson lo evitó y jugó para Sánchez, el lateral levantó la pelota y la puso en el corazón del área, ahí apareció Henry Martín.
El delantero yucateco que ha tenido que tragar banca -quizá de manera inmerecida- le ganó la posición a Leiton Jiménez, Henry se elevó y cabeceó de manera soberbia para vencer a Toño Rodríguez. América no ofrecía un gran juego, pero ya estaba en ventaja y así se marchó al descanso.
Y en las primeras revoluciones del complemento, cuando por fin Renato logró un buen desborde y cuando por fin puso una pelota de gol, Castillo falló quizá el remate más fácil de su carrera, el chileno llegó franco, pero no conectó bien la pelota y la echó por un costado. Una falla increíble.
Luego la defensa le tapó otro intento de disparo, pero la tercera fue la vencida, Nico recibió de espaldas, tuvo la fortuna de que un defensa no atinó a despejar y le quedó a modo para sacar un punterazo que acabó en el fondo de las redes. Primer gol del andino que después culminó un contragolpe bien llevado por Córdova, y el Nico de siempre, el de la definición con potencia apareció en el Azteca.
Sí, América no dio un gran salto de calidad, pero su fichaje estrella ya se empezó a desatar, regresó a la senda del triunfo y está en la pelea por los puestos de Liguilla. La dupla Henry-Castillo empieza a funcionar.