A Jorge Sánchez ha habido muchos días en los que se le achaquen varios de los males de América, el defensa ha vivido estigmatizado desde aquel error que tuvo en la final del Apertura 2019, pero en el juego contra Atlas, se disfrazó de héroe, cuando las Águilas se habían nublado en ataque y parecía que se quedaban fuera de la zona de Liguilla directa, el defensa marcó el gol que le dio el triunfo al conjunto azulcrema por 1-0, cuando el partido agonizaba.
América salió al partido sabiendo que los tres puntos lo regresaban a la zona de privilegio, tenía que ser un equipo con decisión para validar que puede ganarse un puesto entre los primeros cuatro de la clasificación. Era el momento para dar un paso al frente.
Tuvieron deseos las Águilas, fue un equipo voluntarioso que se lanzó en busca del gol, tuvo la pelota y las intenciones, pero la ejecución en la última zona no fue la mejor. Y es que Atlas también fue un equipo que vino a lo suyo.
Los rojinegros tuvieron algunos desprendimientos que llevaron a Óscar Jiménez a entrar en acción, el portero de las Águilas respondió con seguridad cuando fue requerido. América iba con Suárez y Córdova por las bandas, trataban de asociarse, pero Atlas desarticulaba los avances de los azulcrema. Sebastián se fue perdiendo, pasó a ser poco incisivo.
Tenía buen ritmo, pero faltaba esa jugada que cambiara la tónica, faltaba arrebato y rebeldía, pero nadie de las Águilas daba ese paso. La pelota pasó a ser de América, pero la creatividad no terminaba por llegar. Una y otra vez se ahogaban los azulcrema. Y tampoco pudieron en la pelota parada.
Antes de irse a los vestuarios América tuvo la más clara de la noche. Suárez hizo una buena jugada por su banda, tocó para Viñas, el charrúa, a trompicones, logró sacar un tiro con la zurda que Camilo Vargas alcanzó a rozar la pelota y la escupió el palo, el rechace le cayó a Henry que cabeceó muy débil, a las manos del portero.
Parecía que el segundo tiempo crecería en intensidad, que abrías más decisión por parte de las Águilas para regresar a la tierra prometida, pero no pasó. Al América le hacía falta vértigo con la pelota en los pies.
No era la noche para el ataque azulcrema, porque Viñas, uno de sus jugadores más efectivos, robó una pelota a Conti y se plantó en el área, pero echó su zurdazo por un costado. La ansiedad empezó a entrar en el cuerpo de los azulcrema.
Y Atlas se perdió una también, en un buen contragolpe, Malcorra se nubló en el área y le terminó regalando la pelota a Jiménez. Fue cuando el Piojo decidió mandar los cambios, Giovani e Ibargüen para ver si ellos le podían dar esa carga de desequilibrio y lucidez al ataque amarillo.
Pero nada, solo buenas intenciones y nada más; además, los de Coapa se toparon con un buen Camilo que estaba inspirado y le negó a Richard el gol tras un tiro desde la frontal. No encontraba la llave América y el reloj ya se agotaba.
Fue en la recta final cuando un centro de Leo Suárez a segundo palo, ahí apareció Jorge, sin marca y rematando picado para vencer a Vargas, el portero había negado a los delanteros, pero no pudo con el defensa.
Respira América, que retorna a la zona de privilegio. La próxima semana tendrá un cruce directo con Tigres, ahí definirá su suerte. Su futuro está en sus manos.
FCM