Carlos Ahumada: los equipos de futbol que dejó en quiebra

El empresario, detenido hoy en Argentina, ha estado al frente de varios clubes tanto en México como en Argentina

Carlos Ahumada Kurtz. (La Afición Laguna)
Ciudad de México /

El empresario Carlos Ahumada Kurtz, detenido hoy en Argentina, es un hombre que ha estado rodeado de controversia, y no solo en el ámbito de la política, también en el mundo del futbol, donde se ha desempeñado en la parte directiva de cinco equipos (dos en México y tres en Argentina), a los que dejó en una profunda crisis económica-deportiva.

El argentino naturalizado mexicano incursionó por primera vez en el balompié con el León en 2002, año en que adquirió la franquicia guanajuatense. Un año más tarde, compró su segunda franquicia al comprar al Santos Laguna.

Equipos en la quiebra

En el 2004, después de que se destaparon los videoescándalos que lo ligaban al político René Bejarano, la Secretaría de Hacienda le embargaría a Ahumada los dos equipos, dejando tanto a albiverdes como esmeraldas hundidos en un profunda crisis económico-deportiva. La breve gestión del empresario con Santos, dejó a los laguneros con un equipo desestabilizado económicamente, ya que cuando Hacienda le regresó el equipo a Grupo Modelo (su anterior propietario), la institución albiverde contaba con muy poco capital y estuvo a punto de descender del máximo circuito.

El León no corrió con la misma suerte, Ahumada fue el dueño del conjunto tres años (2002-2005) y aunque él estaba en prisión seguía siendo el propietario de los Esmeraldas. Su "herencia" al equipo guanajuatense fue un equipo que en la División de Ascenso no fue protagonista, sin capital económico, aportando al infortunio de la década que tuvo que pasar en equipo leonés en la división de plata del futbol mexicano.

Su regreso al futbol

Después, Ahumada Kurtz, tras pasar cuatro años en la cárcel, regresó a Argentina en 2008 y no tardó en adquirir un equipo en aquel país sudamericano. El empresario se apoderó del club Talleres de Córdoba, equipo que militaba en la categoría Nacional B (segunda división del futbol argentino) y que se encontraba en bancarrota.

Su balance como gerenciador (dirigente) de ese club volvió a dejar que desear, ya que en el rubro económico no pudo sacar a Talleres de la quiebra, además después de que por una orden judicial se le quitó el manejo del equipo, Ahumada se llevó todo lo que invirtió en el club cordobés, entre lo que destaca el embutacado, lámparas del alumbrado del estadio y otros objetos parte del club. En lo deportivo también dejó un "legado", ya que el equipo sufrió el descenso a la tercera división de aquel país.

Después de su turbulento paso con Talleres, Ahumada llegó en 2010 a presidir en lo que corresponde a futbol al club Juventud Unida Universitario de la tercera división argentina. Después de casi un año y medio en ese equipo, se separó del club por petición de los dirigentes y se volvió a repetir la situación que se suscitó con Talleres al llevarse objetos del club, esto de acuerdo con información del periódico Mundo.

Estudiantes San Luis, otro fraude

La última parada futbolística de Ahumada fue la presidencia del Club Sportivo Estudiantes de San Luis. En este equipo la historia no fue diferente: el empresario renunció a su cargo a finales del 2016, en medio de una disputa con la municipalidad por falta de apoyo económico y la propiedad del predio donde entrenaba el club.

Además, Estudiantes se vio envuelto en un caso de presunta corrupción, después de que se dieran a conocer algunos audios en los que el entonces presidente de la AFA, Julio Grondona, pedía “ayudar” a que el equipo de Ahumada ascendiera rápido de categoría.

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