De este mes ausente en la cancha del Estadio Tamaulipas, la aduana considerada más dura a encarar por la Jaiba Brava del Tampico-Madero es el Estadio Miguel Alemán, casa de los Toros del Celaya, una franquicia siempre competitiva en la Liga de Expansión y con una renovación de su plantilla pero sin cambiar el objetivo, por fin obtener un trofeo.
El cuadro guanajuatense es de los más sólidos de local en el presente semestre. Más allá de los resultados, encontraron en elementos jóvenes y otros con paso prolongado en la categoría de plata un fútbol vistoso, agresivo en el ataque, pero siempre tratando bien el esférico. La prueba dejará un precedente ante las intenciones de cada uno por entrar a la liguilla, cada día más cercana.
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En el caso de los astados, se ubican entre las cinco primeras posiciones de la clasificación general. La plantilla del español Sergio Banco únicamente tiene una derrota en seis partidos, con la posibilidad de acrecentar sus puntos, por el momento con 11, en el duelo pendiente de este miércoles frente al Atlante, correspondiente a la primera semana y de local, donde ha ganado 3 de 3 choques.
Ahora le toca ser anfitrión de un equipo necesitado de sumar. Cuenta con dos triunfos, cuatro empates y tres derrotas, siendo de las ofensivas menos productivas aunque sin recibir tantas anotaciones. El principal problema del cuerpo técnico que dirige Gastón Obledo es la contundencia, ante las oportunidades creadas pero sin convertirlas en anotaciones.
Para esta ocasión, dicha versión porteña donde solamente en una ocasión ha repetido plantel estelar, volverá a hacer cambios en el once de arranque. Es obligada la ausencia del capitán Benjamín Muñoz, al acumular doble amarilla en el partido anterior ante Alebrijes de Oaxaca. La buena noticia es el regreso de Alberto Ríos a la zaga, al cumplir su penitencia el pasado fin de semana.
La expectativa también será en qué jugadores de ataque serán la apuesta para ir por un resultado positivo al Bajío.