Cruz Azul ha soltado el acelerador justo a la mitad del torneo. Ya no es el equipo apabullante de jornadas atrás, pero al menos tiene un delantero determinante que le salva actuaciones tan flojas como la de esta tarde. Sí, la única que tuvo clara Jonathan Rodríguez la mandó a guardar. Tres puntos y La Máquina es líder, pero ya no convence como antes.
Luego del inesperado descalabro ante Atlas, Robert Dante Siboldi trató de sacudir a su plantilla con varios cambios; sentó a Rafael Baca y Santiago Giménez y le dio entrada a Elías Hernández y Roberto Alvarado, mientras que por lesión se quedó fuera Yoshimar Yotún y ese sitió lo ocupó Ignacio Rivero. Los primeros dos pasaron de noche, mientras que Nacho fue de lo rescatable.
La Máquina trataba de ser más dinámica, aprovechar las bandas, pero apenas logró generar una opción de peligro en un disparo de Rivero que Óscar Ustari mandó a tiro de esquina. De ahí no hubo más del cuadro celeste, que otra vez se vio predecible.
En cambio, Pachuca lograba ser más peligroso con el desequilibrio de Felipe Pardo y Romario Ibarra. Por sector derecho aparecía Rodrigo Salinas, que en una de sus primeras incursiones sacó un centro al que no llegó de milagro Víctor Dávila. Instantes después el chileno tuvo otra oportunidad con un disparo a quemarropa que Corona apenas tocó para mandarla al travesaño.
Los Tuzos lucían bien, pero se frenaron de golpe por la aparatosa lesión de Jorge Hernández, a quien se le atoró el tobillo en la cancha. Al Burrito lo sacaron en camilla directo a la ambulancia para ir al hospital.
El partido se enfrió hasta los últimos instantes del primer tiempo cuando Salinas disparó con potencia, pero la cabeza de Lichnovsky evitó que fuera a las redes.
En el segundo tiempo se mantuvo la misma monotonía. Cruz Azul era incapaz de generar alguna opción clara, mientras que el cuadro hidalguense era más incisivo en sus contragolpes, como el disparo de Víctor Guzmán que apenas se fue abierto.
Vinieron los cambios, pero La Máquina solo se había acercado en un tiro de esquina que propició un cabezazo de Igor que pasó rozando el poste. Ya con Alexis Gutiérrez, Misael Domínguez y Santiago Giménez, Cruz Azul trató de ser más vertical, pero seguía dependiendo del balón parado, como fue un tiro libre de Rivero que se fue a estrellar en el travesaño.
Parecía que el juego iba a terminar con el empate sin goles cuando apareció un despeje largo de Corona que peinó Giménez, la pelota la midió Jonathan, quien vio al portero adelantado y lo techó con un cabezazo. Jugada de tres toques, suficiente para ganar, pero no para convencer.
RGS