Diana Victoria Chue es una de las pocas mujeres en un cuerpo técnico en el futbol mexicano, actualmente es la fisioterapeuta del Club Deportivo y Social Tampico-Madero, escuadra que milita en la Segunda División profesional en México.
"El amor al fútbol lo conocí en la prepa, tenía mis compañeros que lo jugaban. Me gustaría ser entrenadora de la selección mexicana. Siempre hay alguien que va a creer en ti", es la frase que identifica a una mujer que se atrevió a romper paradigmas y tabúes dentro del balompié mexicano.
Para cumplir su sueño de llegar a ser entrenadora, Diana tuvo que mudarse de su natal Reynosa a Jalisco. Ingresó a la Universidad de Guadalajara para perseguir su meta, con el transcurso de los meses tuvo su primer contacto con el área de fisioterapeuta.
"Obviamente es una ciudad nueva, tenía clases en dos centros diferentes y era como ir aquí, del estadio hacía Altama. Lo disfrutaba, no lo sentía pesado, por lo regular, al último año encontré ese tesoro, el cofre, me fui al área de rehabilitación, entre la universidad, iba todavía con la mira de entrenamiento deportivo y en el segundo semestre se presentan al tutor, era la encargada de rehabilitación física y me da un paseo por el área", explicó.
Al salir de la carrera, sus primeras prácticas fueron con atletas de la U de G. Su contacto con el futbol vino en una pretemporada con los Leones Negros e intentó ingresar al Atlas, equipo con apertura a las mujeres, pero un infortunio cambió todo.
"Cuando estaba haciendo prácticas se abrió la vacante en Atlas para el área de rehabilitación pero justo había pasado el problema de la podóloga en Chivas, por todo esto las puertas se cierran para las mujeres en todo sentido y eso pasó en la institución rojinegra", declaró Diana.
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Su tierra le abre el camino
En unas vacaciones en su tierra natal, a ofrecer sus servicios a un amigo militante en el Atlético Reynosa, la recomendó con los demás jugadores, pero en un medio con la etiqueta de machismo, el entrenador se negó a recibir ayuda de una mujer en los vestidores.
"Cuando recibo la llamada de Mike Torres, director deportivo en Reynosa, me dice que les interesa mi trabajo, al día siguiente habló a Guadalajara a mis tres trabajos, les digo que no voy a regresar, encontré una oportunidad en el futbol", acotó.
Llegó el covid-19 y el destino puso nuevamente a la especialista en otro escenario. Sin trabajo, partió a la Ciudad de México y pudo colocarse como secretaria. Hace unos meses, Gastón Obledo le llamó para ofrecer un lugar en su cuerpo técnico.
"Luego de tener la oportunidad de rehabilitar a varios muchachos, Mike Torres (actual presidente deportivo del club) vuelve a ofrecerme trabajo y sin pensarlo lo acepto. Es un reto, demasiado grande por todo lo que representa Tampico-Madero", puntualizó.
Diana jamás se dio por vencida para alcanzar el sueño de algún día llegar a la selección mexicana de fútbol y hacer lo que tanto le apasiona, ahora desde otra perspectiva.
En este 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, manda un mensaje de no dejar los sueños de lado, que las mujeres sigan y seguirán rompiendo paradigmas en todos los sentidos posibles.
"Deben apoyarse unas a otras para poder seguir avanzando en este mundo, en donde algunos hombres siguen cegados con el poder femenino", concluyó.
Con información de Jesús Bonifacio (Multimedios Deportes Tampico)