Para Eva Espejo (Ciudad de México, 1986), el camino para cumplir sus sueños siempre ha sido por el sendero más largo. Pero eso sí, repleto de aprendizajes. En su adolescencia determinó que, a la par de sus estudios académicos, haría los propios en la Escuela Nacional de Directores Técnicos. Desde entonces se veía al frente de algún escuadrón profesional aunque, como casi siempre pasa, la vida y el mismo futbol le tendrían preparadas algunas sorpresas durante el trayecto; también cursó la maestría en Administración de Negocios.
Eva sabe que para llegar hasta el punto que uno desea, a veces debes combinar pasiones, suplir carencias con carácter y reponerse de cualquier inconveniente. Actualmente, es la entrenadora del equipo femenil de Pachuca, pero hasta hace unos años la docencia en una primaria era parte de su rutina: “Para estar aquí hay que pasar por muchos filtros, conocer a mucha gente, pero también demostrar que no eres ninguna improvisada”.
El rol de la mujer en la sociedad mexicana es muy distinto al de hace unos años. Ya levantan la mano con base a su talento, mientras una son nominadas al Oscar e inspiran a multitudes, Eva desea ser la primera en conquistar el campeonato de liga en el país, para después convertirse en directora deportiva del mismo Pachuca. Al final de cuentas, son sus pasiones las que han regido sus mayores determinaciones y éxitos.
¿En qué momento decidiste convertirte en entrenadora?
Lo decidí después de salir de la preparatoria. En ese entonces era muy aficionada a los Pumas, iba cada 15 días al estadio y quería adentrarme a todo ese mundo que solo conocía a lo lejos, por así decirlo. Ahí comenzó mi interés por ser entrenadora. Me acerqué y lo platiqué con muchas personas, incluida mi familia, y todos me alentaron a ejercer esa profesión.
En la actualidad, ¿cómo ves el rol de la mujer en la sociedad y dentro del futbol?
El rol de la mujer ha cambiado con los años, tanto en la sociedad como en el futbol. Por mucho tiempo la mujer parecía más un adorno que realmente alguien que pudiera participar o dar una opinión argumentada y válida. Hoy, al menos en México con la Liga Femenil, creo que muchas hemos demostrado que es una cuestión de capacidad, no de género. Ya no somos vistas como antes.
¿Te ves como la primera entrenadora campeona de la liga femenil?
Cada vez somos menos entrenadoras... la verdad, me ilusiono muchísimo con la llegada de ese día. Sé que este deporte no siempre es de merecimientos, pero creo que, si logramos el campeonato, será la cereza del pastel a bastantes esfuerzos colectivos. Sí, me gustaría ser la primera entrenadora campeona en el futbol mexicano.
¿Qué libro estás leyendo actualmente?
Trato de mantenerme muy activa con las lecturas, no me gusta quedarme solo con un libro, soy medio hiperactiva en ese sentido, pero el que leo y releo es el Libro de los abrazos, de Eduardo Galeano. De hecho, prácticamente de toda su literatura soy muy fanática; El futbol a sol y sombra es como una Biblia para mí.
¿Qué tipo de películas te gustan?
Las comedias románticas, aunque sufro mucho con ellas, pero también disfruto de películas que te dejen un mensaje y, si es de superación, mejor. Soy más de estar en casa viendo Netflix que de ir al cine, pero sí estoy al pendiente de la cartelera.
¿Cuál es tu comida predilecta?
Toda la mexicana. Trato de apegarme a la dieta que exige el entrenar diario, tener una vida con una alimentación sana, pero los tacos y el pozole son mi debilidad en ese sentido.
¿Qué tipo de música pones previo a los partidos o después de ellos?
Antes de los juegos trato de estar lo más concentrada posible, pocas veces escucho música, porque tengo mucha interacción con mis jugadoras y mi cuerpo técnico. Pero cuando estoy más relajada en casa, escucho el rock nacional. Café Tacvba es de mis bandas preferidas, aunque en realidad escucho de todo un poco, hasta a Maluma.
¿Cuál es tu lugar predilecto para vacacionar?
Me agrada la idea de viajar dentro de mi país, conocer sus pueblitos mágicos, ir descubriendo cosas y detalles que están tan a la mano. Aunque si van a ser vacaciones como tal, prefiero la playa.