Don Nacho Trelles no solo se convirtió en el entrenador más ganador del futbol mexicano con siete títulos de Liga y los 16 trofeos que ganó en total –entre Copas, torneos de Concacaf, Campeón de Campeones y el de la Segunda División cuando ascendió al Zacatepec–, también se convirtió en un ícono popular por su singular estilo.
Ignacio Trelles fue el estandarte de toda una época, la de los torneos largos, la de una selección mexicana que vivía bajo el estigma de los ratones verdes; ahí brilló y dejó frases para el recuerdo como las siguientes:
“¿Clásico?.. mire usted joven, clásico son los cerillos”
“Si no se te enchina el cuerpo al escuchar tu himno… nada tienes que hacer con ese uniforme”
“Los técnicos siempre tienen que tener las maletas listas”
“A veces se juega mejor con diez jugadores que con once”
“Los clásicos se juegan con la cabeza bien fría y los pies bien calientes”
“Lo quiero para que meta goles; no para que se case con mi hija”
“En un partido de futbol los imponderables también juegan”
“Aquí y en China los arbitrajes siempre serán localistas”
“La mejor fórmula para ganar partidos es la denominada G, es decir ¡Goles!”
“La playera del Cruz Azul pesa igual que un bulto de cemento”