Tigres Femenil y Rayadas regalaron más de 90 minutos de drama y tensión. Al final, un empate de 2-2 que demuestra lo fiero que son ambos contendientes y que tienen argumentos suficientes para reencontrarse en una nueva final.
Fueron más de 35 mil aficionados los que pusieron fiesta en El Volcán y todos se fueron con un grato sabor de boca por lo intenso que fue la edición 28 del derbi regiomontano de la Liga MX Femenil.
Ambos equipos brindaron un gran duelo lleno de emociones y entretenido en busca del triunfo, por lo que la igualada y repartición de puntos dejó contentan a la afición que fue testigo de un auténtica obra de arte por parte de Jacqueline Ovalle.
Corría minuto 80 del compromiso, cuando la amazona puso el esférico en el ángulo derecho de Godínez con un auténtico zurdazo que la dejó sin oportunidad de desviar el embate.
Aprovechando su velocidad, tras recibir un pase filtrado, la jugadora felina condujo el balón hasta dentro del área para sacar un disparo cuya fuerza fue tal que hasta provocó el balón se hiciera invivible y ‘reapareciera’ cuando rebotó en la red. Obra maestra para decretar el empate.
Tigres Femenil y Rayadas regalaron otro Clásico memorable que demostró lo listas que están para la parte importante de la la temporada: la liguilla. El resultado afianzó al Monterrey en el segundo lugar, manteniendo la diferencia de un punto sobre las Amazonas.
MGC