En estos más de dos meses en los que el futbol ha estado en pausa por la pandemia del covid-19, la Liga Mx ha tenido que afrontar y solventar la falta de ingresos, al grado que la mayoría de los equipos tuvieron que reajustar los salarios de los jugadores para mantener a flote sus finanzas.
Sin embargo, los clubes y los futbolistas no son los únicos afectados por la situación. Para una industria que en 2018 generó 192 mil 300 empleos, 147 mil 300 de manera directa o indirecta -de acuerdo con un reporte del Grupo de Economistas y Asociados (GEA)-, hay muchos sectores que se han visto perjudicados por este parón; por ejemplo, los trabajadores eventuales e informales que laboran cada día de partido.
Se calcula que alrededor de 800 a mil personas son contratadas de manera eventual para la venta de esquilmos, cervezas, seguridad privada, limpieza estacionamiento, entre otros servicios, para cada compromiso de la Liga Mx. Los que están relacionados a las ventas de producto no tienen un ingreso fijo y solo se llevan un porcentaje de las ganancias. Todos ellos trabajan solo cuando su empresa tiene partido o un evento masivo.
Además de las personas que laboran dentro de los estadios, también están los que subsisten con la derrama económica que se genera a los alrededores; ahí entran los puestos ambulantes de comida y recuerdos, los llamados viene-viene que ofrecen estacionamiento en las calles, los que pintan los escudos e incluso hasta los revendedores. Ellos llegan a sumar de 600 a 800 personas y la mayoría, al igual que los trabajadores eventuales, solo generan ingreso los días de partido.
"Nos ha afectado a todos"
El epicentro del futbol mexicano se encuentra justo en el estadio Azteca. Más allá de la tradición que posee, el Coloso de Santa Úrsula es el único inmueble en la Liga Mx que tiene futbol cada ocho días debido a que América y Cruz Azul comparten la localía desde 2018. Este suceso fue una gran noticia para los cientos de vecinos que desde hace décadas han centrado buena parte de sus ingresos con alguna actividad los días de juego.
Sin embargo, desde el 15 de marzo la Liga Mx paró. Ese día se disputó el clásico joven entre América y Cruz Azul a puerta cerrada, con muy pocos puestos en los alrededores.
“Las personas más afectadas son las que tienen años viviendo aquí y han crecido con el ingreso, antes era cada quince días y ahora es mayor, que es cada ocho (días) con Cruz Azul y América, pero de estacionar los coches. También hay mucha gente que vendía playeras y balones, incluso hasta postres para los niños y se quedaron sin ingresos, porque si no hay evento, no vendes y no hay dinero”, explica Laura Rentería, quien vive en las calles aledañas al estadio y los días de juego se dedica a la venta de cerveza.
El aparcamiento de vehículos es uno de los principales negocios. Usualmente es dirigido por señores de tercera edad, quienes, con el apoyo de jóvenes, prestaban sus patios como estacionamiento. Los precios iban de 150 pesos en un juego regular, hasta 300 por duelos de Liguilla. Muchos patios tienen espacio para más de 10 vehículos.
Los limpiadores son otro sector que no ha podido trabajar ni generar ingresos. “Tanto vendedores como la gente que ayudaba con la limpieza del estadio, también era una gran fuente de dinero porque al día siguiente era muchísima gente la que venía a limpiar tanto dentro como en el estacionamiento. Hasta hay familias que se dedicaban a recolectar latas que la gente deja cuando se pone a beber en el estadio y las vendían”, señala Laura.
Y aunque la Liga Mx regrese, si lo hace a puerta cerrada no habrá mejora, lo importante para los vendedores es que la gente consuma adentro o afuera del estadio. “Si no viene la gente, será lo mismo como si no hubiera futbol, nuestros negocios dependen de su consumo, no tanto de que haya futbol”, advierte Laura.