Su romance con Miss Tepic llevó a Marcó Rodríguez a ser árbitro de futbol

Un noviazgo en Nayarit y una bicicleta rota lo acercaron a Chiquimarco al mundo del arbitraje

Marco Antonio Rodríguez, ex árbitro mexicano (Mexsport)
Ciudad de México /

Marco Antonio Rodríguez será recordado como uno de los árbitros más polémicos del futbol pero no por hacer mal su trabajo, sino por su forma de ser en la cancha y su aspecto físico, mismo por el cual se ganó el apodo de Chiquimarco y que aceptó de gran manera.

Sin embargo, varios conocemos cómo es que los futbolistas se dedicaron a esa profesión, pero muy poco es lo que sabemos de los silbantes, por lo que Marco Rodríguez fue cuestionado por Javier Alarcón sobre sus inicios como silbante, los cuales se deben a una curiosa anécdota donde tiene que ver su ex novia y una bicicleta rota.

Chiquimarco comenzó relatando que cuando era joven tenía una gran pasión por el ejercicio por lo que leía "libros de nutrición y de entrenamiento deportivo y me fui al atletismo, a la velocidad, porque siempre fui muy veloz, pero también de repente me fui a medio fondo para probar, luego al biatlón y luego al triatlón, pero no era bueno en el nado y me fui al biatlón”.

En ese entonces tenía una novia y cuando iba a verla cayó en un hoyo que rompió la bicicleta que le había regalado el entonces gobernador de Nayarit, a quien le dio pena pedirle de favor que le comprara una nueva después de haberla destruido.

“En ese inter yo tenía una novia que era la Miss Tepic, estaba bien clavado con ella y un día por irla a buscar por la emoción de verla mi bicicleta cayó en un hoyo y se rompió, esa bicicleta me la había regalado el que fue gobernador de Nayarit, un día le toque la puerta de su casa, un hombre empresario, me abrió me sentó en su mesa, me dijo ‘¿qué quieres joven?’, le expliqué quien era yo cuál era mi sueño, que quería una bicicleta con tales características, que necesitaba una bicicleta de mejor calidad, me compró una bicicleta de mejor calidad, me la trajo de Francia, es esa misma bicicleta fue la que se rompió y no tuve cara para decirle oye me puede apoyar con otra bicicleta”, declaró el ex silbante en el Canal de Javier Alarcón de YouTube.

Para poder comprarse una nueva bicicleta decidió aceptar la invitación de un amigo que era silbante amateur; su primer arbitraje fue en un partido de niños y aunque la paga era de 18 pesos, lo veía con buenos ojos, ya que para su edad era suficiente para poder salir con la novia.

“Tenía un amigo que era árbitro amateur y me invitaba a ser árbitro, ¿arbitro? Jamás, ¿Quién va a ser árbitro? Los insultan, ponen en tela de duda su honorabilidad, incluso corren el riego de ser agredidos, fíjate las ironías de la vida, su hermano estaba en el hospital porque lo habían agredido, y por otro lado el me invitaba a ser árbitro, pero la misma necesidad de quererme comprar mi bicicleta; me invita me pone el uniforme y me da un partido de niños y me gustó, me llamó la atención y me gustó, lo increíble es que te pagaban 18 pesos, 18 pesos muy buenos para un joven de 16 o 17 años estaba perfecto, arbitrabas tres o cuatro y ya tenías para invitar a la novia al cine".

A partir del minuto 28:50 

El día que tomó en serio el arbitraje

Marco Antonio Rodríguez mencionó que se aplicó el día que marcó mal en un partido de jugadores veteranos, donde un señor le pidió que se aprendiera las reglas del futbol si es que se pensaba dedicar al arbitraje.

“No sabía las reglas de juego, pertenecía al Colegio de Árbitros, pero yo creía que las sabía porque había jugado y un día marco un fuera de juego de un saque de meta, arbitré veteranos, llega un señor y me dice: ‘joven usted tiene pinta de muy buen árbitro pero si se va a dedicar a esto lea las reglas porque no se las sabe’, me dio una vergüenza que me fui al colegio, ahora sí tomé las cosas en serio”.

¿Por qué no buscó ir a un cuarto Mundial?

Chiquimarco reveló que al ver a Edgardo Codesal pitando una final en un Mundial fue lo que le abrió los ojos para luchar por el sueño de poder ir como árbitro a una Copa del Mundo.

“En ese momento Edgardo Codesal estaba dirigiendo la final de la Copa del Mundo de Italia 90 y esto de chico lo habló con mi papá y me dice: ‘un mexicano va a dirigir a la final de la Copa del Mundo’, ahí se me encendieron las luces, si yo soy árbitro y me preparo ¿puedo ir a los mundiales?, ‘sí claro pero hay que luchar’”.

Rodríguez desde joven se prometió ir a tres justas mundialistas y después decir adiós, y así sucedió, Marco Antonio pitó en los Mundial de Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

“Sí voy, voy a tres Mundiales y me retiro, por eso no fui por un cuarto; porque cuando Edgardo lo arbitra (final Mundial 1990) yo empiezo a creer que era árbitro mundialista desde que empiezo la carrera”.


ZZM

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