América muestra su pedigrí, es un equipo que ha sabido reconstruirse en la adversidad, no hace un juego espectacular, pero sí uno muy efectivo. Hoy vencieron a Monterrey y alcanzaron (de manera momentánea y a falta de lo que haga mañana Pumas) la cima de la clasificación. Algo muy meritorio para todas las circunstancias con las que ha tenido que lidiar el conjunto americanista.
Como se esperaba, Monterrey fue un equipo que salió hambriento, la necesidad de lograr su primera victoria en el torneo lo mandó al frente, así que América midió el partido, resistió los primeros minutos en los que Rayados atacó a destajo.
Guillermo Ochoa empezó a tener trabajo, el portero fue determinante en un par de acciones en las que Rayados acarició el gol. Las Águilas fueron calibrando el partido, se asentaron mejor y entraron al intercambio de golpes, incluso cuando parecía dominado se pusieron en ventaja, pero el gol fue anulado por una falta de Paul Aguilar sobre Jesús Gallardo. El VAR le permitía respirar a todo el Gigante de Acero.
Sin embargo, América se dio cuenta de sus capacidades, Sebastián Córdova estuvo cerca de marcar en un pase filtrado de Giovani Dos Santos, pero Barovero salvó su portería con una oportuna salida. Monterrey respondió con un tiro de Layún, pero los locales se volvieron a topar con Ochoa.
Entonces vino una jugada en la que Ibargüen, de buen juego, se asoció con Córdova, el volante americanista adelantó la bola y Fuentes, en el área, le pegó con la zurda, tapó Barovero su remate, pero el rebote le volvió a caer al defensa que solo tuvo que empujarla al fondo.
América se ponía en ventaja y obligaba a Rayados a asumir riesgos, porque el conjunto de Mohamed tenía que ir en busca de la victoria para no quedarse colgado en el torneo, el campeón habita el fondo de la tabla y si no quería empezar a sacar la calculadora desde este momento, tenía que dar un paso al frente.
Lo hizo Monterrey que empezó a jugar mucho en campo azulcrema, por lo que Miguel Herrera retiró a Ibargüen y le dio ingreso a Sebastián Cáceres, el charrúa se presentaba en el futbol mexicano y las Águilas pasaban a jugar con una línea de cinco en el fondo. Quedaba mucho por delante, pero apostaba el Piojo a tener algún espacio en un contragolpe.
Mohamed (desde el palco) mandó cambios ofensivos. Herrera hizo lo propio y refrescó el medio campo, más músculo con el ingreso de Santiago Cáseres. Pasó a ser un juego de la insistencia de Rayados contra la resistencia de América.
Pudo más el orden defensivo de América, que se levantó con seguridad en su zona baja, se fajaron y lograron tres puntos que los sitúan en el primer lugar de la tabla general. El equipo azulcrema muestra su músculo, las bajas no lo doblegan, al contrario han hecho que aparezca la solidaridad de todos sus jugadores por el bien común.
Además, lograron su primer triunfo en una cancha que se les había negado. Lo de anoche no es una revancha de la Final pasada, pero las Águilas sí cobraron una factura pendiente; mientras Rayados está al borde de la eliminación, al campeón solo le queda tener un cierre casi perfecto para aspirar a la calificación, no tienen margen de error.
SFRM