Pablo Barrera y Oribe Peralta, los capitanes en pugna

Los dos encargados del gafete de la serie más mediática de las Semifinales acarrean a su cargo experiencia y la responsabilidad de reubicar a los suyos en las crisis

Pablo Barrera y Oribe Peralta, los capitanes en pugna (Imago7)
Rubén Guerrero Atilano
Ciudad de México /

El rol de los capitanes es fundamental en cualquier momento dentro del futbol. En muchas ocasiones, son ellos la extensión del entrenador dentro de la cancha, los encargados de transmitir mensajes tácticos, pero con idéntico ímpetu, deben ser los primeros en levantar anímicamente al equipo cuando este decaiga o mantener la fuerza mental, para sostener una victoria. La llave del América-Pumas ofrece dos ejemplos dos ejemplos sobresalientes al respecto. 

Del lado de Pumas, Pablo Barrera es uno de los últimos canteranos que cumplió todos los procesos y filtros, triunfó, sobresalió y después lo replicó con el primer equipo. Hoy, un veterano de 31 años, el volante por derecha mantiene la velocidad y técnica de antaño, pero ha heredado desde hace algunos torneos el gafete que le perteneció a los Beltrán, a los Verón, a los España… Sus responsabilidades y roles se incrementaron en el vestidor.

Pablo fue el primer fichaje de la era de Rodrigo Ares de Parga, a mediados del 2016 y el propio dirigente ha alabado más de una ocasión su talento: “Barrera es talento producido en nuestra cantera, un futbolista que jugó un Mundial y después se fue a Europa; su ejemplo tiene que servir para los chavos que vienen”, llegó a decir el presidente del club. Por ello, cuando se dio la salida de Darío Verón, los reflectores se posaron sobre el ‘8’ auriazul.

No todo ha sido tan simple y sencillo. La carrera de Pablo Barrera se ha visto limitada por distintas (cuatro) operaciones de ligamento anterior cruzado y en los últimos dos años, desde su vuelta, le tocó vivir la más reciente vestido de nuevo como felino. “Me han quitado tiempo valioso de carrera; imagínate si nunca me hubieran tenido que operar”, decía después de la más reciente, hace unos meses. Aún así, ha sido líder y referente. 

Mientras que en el sector americanista, Oribe Peralta es el actual y desde hace ya un tiempo, capitán de la escuadra de Coapa. La ideología de Las Águilas es distintas a la de Pumas. Mucho. Mientras los de CU buscan un referente hecho en casa, fabricado futbolísticamente en el Pedregal, de preferencia, su rival antagónico elige y prefiere que los reflectores los ocupe su figura más mediática, la que mayor identificación tenga con su afición, sin importar origen.

Peralta llegó a mediados del 2014 al nido y aunque al principio se hablaron de todo tipo de polémicas, versiones que incluían el desacuerdo del delantero por dejar Santos Laguna y llegar a Coapa, la realidad es que en cuatro años, la identificación con el escudo ha sido total. El tiempo, eso sí, ha mermado distintas capacidades de Oribe, que si bien ya no exhibe pinceladas de antes, ni se acerca a su eficacia, todo lo suple con pundonor y entrega.

“No descarto retirarme en el América”, dijo a lo largo de la fase regular del Apertura 2018 el propio Peralta. A sus 34 años, la regularidad y titularidad ya no son garantía, a pesar de su rol de figura en Santa Úrsula. Hoy, de hecho, Henry Martín le ha generado competencia, sentando en algunos encuentros a Oribe, aunque cuando se trata de contar con experiencia y pericia, como en la ida de las semifinales ante Pumas, Miguel Herrera le devuelve la confianza.

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