Clubes centenarios, históricos en sus países y con una distintiva identidad, es los que engloba a Chivas y al Athletic Bilbao.
Ambos clubes rojiblancos disputarán el torneo Árbol de Gernika a dos partidos, el primero en San Mamés el 11 de diciembre y la vuelta el 16 de julio de 2023 en el Estadio Akron.
En un futbol globalizado, donde la exportación de jugadores es cada vez más común, los dos equipos han preservado sus orígenes; los Leones de San Mamés juegan con futbolistas vascos, mientras que el Rebaño lo hace solo con mexicanos.
La competencia en sus respectivas ligas pudiera ser complicada, pues militan jugadores extranjeros de gran calidad, pero la identidad no se negocia, al menos para dicho par de equipos.
El Guadalajara fue fundado hace 116 años, ha ganado 12 títulos de Liga y su afición es una de las más grandes en México, mientras que el Athletic está por cumplir 125 años y ha sido campeón en ocho ocasiones.
Además de las similitudes mencionadas, el Bilbao es uno de los cuatro equipos de la élite europea que no ha perdido la categoría, al igual que el Real Madrid, Barcelona e Inter de Milán.
Misma situación que las Chivas, que cumplirán 77 años de historia en la Primera División mexicana y no han descendido al igual que Cruz Azul, Pumas, Toluca, América y Santos.
El primer juego entre Bilbao y Guadalajara será el domingo, encuentro que le mueve las emociones al presidente del Rebaño, Amaury Vergara, por la relación familiar.
“Mi corazón tiene muchos recuerdos, mucha nostalgia sobre lo que significa el Athletic en nuestra familia y poderlo ver jugar con Chivas es algo que nos tiene muy orgullosos, muy emocionados y que va a ser único por lo que significa”, expresó.
“Tengo recuerdos muy lindos, te puedo decir que gracias a mi abuelo, yo le voy a las Chivas y cuando los visitaba los domingos, siempre era llegar a la casa y ver los banderines en la entrada tanto del Athletic Club, como el de Chivas”.
JMH